Fecha
Autor
José Manuel Silva Rodríguez (Director General de Investigación. Comisión Europea)

Cómo hacer que la enseñanza de las ciencias ayude a la consecución de los objetivos de Lisboa

La <a href="http://europa.eu/scadplus/leg/es/cha/c10241.htm" target="_blank">Cumbre de Lisboa</a> del año 2000 hizo especial hincapié en la necesidad de que los países europeos se unan para convertir Europa en la economía del conocimiento más competitiva del mundo. Durante la Cumbre se reconoció la necesidad de actuar, promoviendo el desarrollo de una sociedad basada en el conocimiento y potenciando la educación y el aprendizaje.
Europa debe mejorar en la producción de conocimiento a través de la investigación, difundiéndolo a través de la educación y aplicándolo a través de la innovación

La economía y el bienestar de los ciudadanos dependen del avance del conocimiento y de su transformación en nuevos productos, procesos y servicios. Esto es especialmente cierto en el caso de Europa, que no puede competir sobre la base de sus recursos naturales y que tampoco pretende competir con mano de obra barata o a expensas del medioambiente. Europa debe responder incrementando su productividad y a través del valor añadido de sus productos y servicios. Al mismo tiempo, el conocimiento es un componente crucial del modo de vida europeo. El conocimiento apoya el crecimiento sostenible: la mejora del nivel de vida, de la calidad de vida, la salud y el medioambiente dependen en gran medida del avance del conocimiento y de su aplicación para abordar los retos y problemas de la sociedad. Por eso, Europa debe mejorar en la producción de conocimiento a través de la investigación, difundiéndolo a través de la educación y aplicándolo a través de la innovación.

En toda Europa los estados miembros están empezando a darse cuenta del problema que plantea el decreciente interés por las ciencias y las matemáticas entre los jóvenes. Se reconoce que el propósito de la educación no es únicamente la transferencia de competencias (saber leer, escribir y contar, conocer la sociedad en la que vivimos, y crear naciones de ciudadanos), sino también desarrollar la capacidad de pensar, reflexionar y manejar la información de un modo racional y estructurado.


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Con el comienzo del nuevo y ambicioso Programa Marco, para el periodo que va del 2007 al 2013, se introducen nuevas actuaciones, reforzándose las ya existentes para aumentar la capacidad de producir y explotar el conocimiento en Europa.

De hecho, la DG Investigación tiene que desempeñar un papel esencial para la consecución de dichas metas, entre otras actuaciones aumentando el número de jóvenes que eligen una carrera de ciencias. El hecho de que cada vez menos jóvenes se decanten por una carrera de ciencias es una gran preocupación para varios de los estados miembros de la UE. Un estudio reciente de la OCDE ha demostrado que el interés cada vez menor de los jóvenes por las asignaturas y carreras de ciencias puede atribuirse en gran medida a la falta de atractivo que tienen las asignaturas de ciencias durante la fase escolar. Los programas de estudios de ciencias descansan excesivamente en la transmisión de hechos científicos fuera de contexto, motivo por el cual la ciencia es percibida con frecuencia como algo poco interesante y difícil, lo cual explica en parte porqué los jóvenes suelen desarrollar una actitud negativa hacia el estudio de las ciencias.

Las clases de ciencias tienen que hacerse más atractivas para los estudiantes, transmitiendo de un modo más positivo la imagen de la ciencia y de los científicos

Las clases de ciencias tienen que hacerse más atractivas para los estudiantes, transmitiendo de un modo más positivo la imagen de la ciencia y de los científicos. Los jóvenes deben saber que los científicos resuelven problemas que afectan a su vida diaria, y no inventores de "cosas peligrosas". Por ese motivo, los alumnos tienen que experimentar su propio aprendizaje como algo real y "hacer ciencia" en lugar de "aprender sobre la ciencia". Las asignaturas de ciencias deben acercarse al nivel de conocimiento y compresión de los alumnos para que los alumnos adquieran una imagen de la ciencia dentro de su propio contexto cultural, en lugar de dedicarse a enseñar conceptos sofisticados.

Ya se están produciendo cambios en la práctica de la enseñanza, aunque no con la suficiente rapidez y ciertamente no de un modo uniforme en toda la Unión Europea. Lo que es aún peor, no se comparte información con relevancia inmediata para la enseñanza de la ciencia, ni se están utilizando los recursos de la forma más provechosa posible. La educación primaria debe ser el principal foco de interés, no solamente porque los jóvenes son por naturaleza inquisitivos y curiosos, sino porque en la actualidad la mayoría de los profesores no están preparados para responder a preguntas sobre la ciencia y su aplicación en la vida real.


Colección _Alfonso

Fue precisamente en este contexto en el que la Comisión Europea anunció en noviembre del año 2006 la creación de un grupo de expertos que analizase qué medidas podrían adoptarse en Europa para apoyar la enseñanza de la ciencia en escuelas de primaria y secundaria. El grupo, presidido por Michel Rocard, ex Primer Ministro de Francia y en la actualidad miembro del Parlamento Europeo, presentó su informe y recomendaciones en junio de 2007[1].

El cambio de una pedagogía esencialmente deductiva a un método inquisitivo basado en la curiosidad puede ser el mejor modo de incrementar el interés por la ciencia

El diagnóstico realizado por el grupo se basa en un análisis de iniciativas que ya se están implantando. A partir de dicho análisis se han identificado una serie de elementos de know-how y buenas prácticas que podrían cambiar radicalmente el interés de los jóvenes por el estudio de las ciencias. El grupo argumenta a favor de un nuevo método de enseñanza de las ciencias que supone una ruptura radical con los métodos pedagógicos tradicionales, según el cual el cambio de una pedagogía esencialmente deductiva a un método inquisitivo basado en la curiosidad puede ser el mejor modo de incrementar el interés por la ciencia. Este método, en el que el profesor acompaña al alumno ayudándole a descubrir la ciencia, estimula la capacidad de observación, de razonamiento y la imaginación del niño/a.


La difusión e implantación de iniciativas a nivel europeo que incorporen esta nueva pedagogía permitiría no sólo expandir la implantación del método, sino que además haría posible que un gran número de alumnos y profesores se beneficiasen enormemente de la experiencia y el conocimiento de una amplia red.

La Comisión Europea consultará a los Estados Miembros en los próximos meses para ver qué tipo de actuaciones pueden emprenderse dentro del Séptimo Programa Marco para poner en práctica las recomendaciones del Grupo de Expertos en la Enseñanza de las Ciencias.

Entre las actividades que ya estamos financiando se encuentran una serie de proyectos de colaboración dirigidos a difundir las mejores prácticas en la enseñanza de las ciencias en toda Europa, así como también una serie de actividades que promuevan la cooperación y el intercambio entre jóvenes interesados por la ciencia. Un evento importante que se ha venido celebrando en un país diferente de Europa cada año es el Concurso Europeo (de la UE) para Jóvenes Científicos. Dicho concurso da la oportunidad a estudiantes de entre 14 y 21 años (europeos y no europeos) de competir a nivel europeo con otros ganadores de concursos o competiciones nacionales. Sólo aquellos proyectos que hayan obtenido uno de los primeros premios a nivel nacional pueden participar en la edición europea. Es por ello que el concurso de la UE representa un auténtico desafío científico para muchos miles de "Jóvenes Científicos" que compiten anualmente en sus concursos nacionales.

Sin embargo, este evento es más que un concurso, ya que con los años se ha convertido en un punto de encuentro y reunión entre eminentes científicos y jóvenes con talento y pasión por la ciencia. Los jóvenes que participan en dicho evento conocen a otros con habilidades e intereses similares, pudiendo intercambiar puntos de vista y hacer nuevos amigos. Para muchos, se trata de la primera vez que viajan a Europa y para ellos es una experiencia apasionante presentar su proyecto ante un jurado profesional de reconocidos científicos. El Concurso Europeo para Jóvenes Científicos se ha convertido en un importante instrumento para promocionar el estudio de la ciencia entre los jóvenes, así como para el intercambio cultural.


Abel Valdenebro


Este último es uno de los principales pilares de la existencia de Europa, ya que la propia Unión Europea se basa en el intercambio y la cooperación entre países que tienen un patrimonio cultural rico y diverso. Cada año aumenta el número de participantes en el Concurso Europeo, que se está convirtiendo en un evento cada vez más importante y visible, cuyo foco de atención son los jóvenes y su creatividad. La edición de este año, celebrada en la Universidad de Valencia, reunió a 124 participantes (80 chicos y 44 chicas), que presentaron un total de 81 proyectos sobre diversas disciplinas científicas, desde la astronomía a las ciencias de la Tierra, pasando por la biología, la medicina y la sociología. El nivel de los participantes se ha mantenido muy alto, y varios participantes de ediciones pasadas han logrado avances científicos notables o han creado empresas para comercializar las ideas presentadas al Concurso.

Entre los ganadores del Concurso de este año había participantes de Alemania, Hungría e Irlanda. El jurado (compuesto por 15 miembros) seleccionó proyectos de campos tan variados como la física, la biología y las matemáticas. Con su apoyo a este tipo de eventos dirigidos principalmente a los jóvenes, la Comisión Europea pretende potenciar los esfuerzos que realiza cada país en aras de convencer a un mayor número de jóvenes para que estudien carreras de ciencia y tecnología.



[1]"Science Education Now: A Renewed Pedagogy for the Future of Europe". European Commission ISBN 978-92-79-05659-8


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