Beta-4
¡Basta ya de tono cordial, coloquial, humano! Mallarmé es
demasiado cálido. Así, leyendo a Mikel Lasa, pensaba en la
conveniencia de aplicar a la Poesía lo que nos enseña la
Mecánica Cuántica.
COMPAÑERO Mikel Lasa,
no canto una canción indiferente y triste;
canto como los astros neutramente:
Objetiva y bellamente.
Y hay por eso en mis versos como en otros campos,
pequeños cuerpos lanzados a enormes velocidades,
invariables pese a todo, felizmente calculables,
concentrados en el centro
de sus cargas puntualmente intemporales,
materiales e invisibles, irreales, racionales.
Canto casi tan veloz como la luz, insensible
a lo que nos parece doloroso a otros ritmos.
Canto tan ferozmente, por físico y sencillo,
que quizás esté encontrando la belleza completa.
Poesía sin amor, absoluta y absuelta
del hombre y sus sentires de pequeña frecuencia.
Poesía del Cosmos; no lágrimas, estrellas.
Lejos del hombre, muy lejos; en la altura del sistema.