La conexión entre las personas y la naturaleza es clave para fomentar la sostenibilidad ambiental y sociocultural, ya que promueve la pertenencia a un lugar y la responsabilidad de cuidarlo para las generaciones futuras
Las actividades de agricultura colectivas y participativas son adecuadas para introducir la naturaleza en la vida cotidiana de las personas y pueden ayudar a identificar caminos hacia una mayor conexión entre las personas y la naturaleza. La cooperación, la acción colectiva y el papel de las mujeres podrían tener un gran potencial para la transformación del sistema agroalimentario actual hacia un sistema más sostenible y socialmente justo.
A estas conclusiones ha llegado un equipo del Laboratorio de Socio-Ecosistemas del departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA).
En el estudio, publicado en la revista Ecosystems and People, se analizan diferentes tipos de conexión entre las personas y la naturaleza a través de una iniciativa de agroecología colectiva que promueve actividades participativas en torno a una agricultura ambientalmente sostenible y socialmente justa.
Así, el trabajo identifica algunos de los factores que explican una mayor vinculación con la naturaleza, entre otros: la importancia social de los paisajes agrícolas, los vínculos personales con las actividades agrícolas, el tiempo que se pasa al aire libre, y el género. Es decir, cuando estos factores se daban en la vida cotidiana de las personas participantes, su conexión con la naturaleza era mayor.
En el estudio se ha descubierto que las mujeres mostraban una visión del mundo más fuerte y amplia en los argumentos filosóficos sobre su conexión con la naturaleza, mientras que los hombres se vinculaban con la naturaleza mediante respuestas más cognitivas.
Participantes instalando el riego por goteo para la huerta de verano. Edición 2018/2019 de Agrolab Madrid en una de las fincas del proyecto donde se realizan las actividades de agricultura participativa / UAM
Agricultura colectiva y participativa
Los resultados del estudio se han recopilado a través de talleres realizados con las personas que participaban en la iniciativa de agricultura colectiva y participativa Agrolab. En estos talleres se trabajaba la reflexión sobre la relación con la naturaleza, de manera individual y colectiva. La información que se obtuvo trató de explicar los factores que influyen en la relación de los humanos con la naturaleza, cómo entendemos de manera individual la relación yo-naturaleza, y la comprensión social de lo que significa estar conectado o no con la naturaleza.
“Ante la situación de cambio global en la que vivimos, entender los factores que impulsan la conexión entre las personas y la naturaleza es clave para fomentar la sostenibilidad ambiental y cultural de los paisajes agrícolas. Un reto en nuestra era es incluir los componentes básicos para un futuro deseable, como economías alternativas y nuevas métricas para medir el bienestar humano dentro de los límites biofísicos del planeta” afirman las investigadoras.
Los resultados de esta investigación revelan que las estrategias agrícolas colectivas, como la iniciativa Agrolab, pueden fomentar la conexión entre las personas y la naturaleza a través de la intervención en diferentes ámbitos de manera simultánea.
Estos ámbitos se dividen en materiales (características como normas o constantes), procesos (interacciones entre elementos dentro de un sistema de interés que impulsan la dinámica interna), cambios en el diseño del sistema (estructuras sociales como el flujo de información, las reglas) y cambios en la intención (objetivos, paradigmas, visiones del mundo).
Estas intervenciones representan dos tipos de puntos de influencia para el cambio, las intervenciones "superficiales" que son fáciles de aplicar pero que tienen una capacidad limitada para provocar un cambio transformador, y las intervenciones "profundas" que son difíciles de aplicar pero que tienen una gran capacidad para provocar un cambio transformador (por ejemplo, el acceso a la información o las visiones del mundo).
“A partir de este análisis, aprendimos sobre la importancia de considerar diferentes perspectivas cuando se trata de la conexión entre las personas y la naturaleza. Los retos de investigación que surgieron indican la necesidad de explorar la conexión entre las personas y la naturaleza desde una perspectiva emocional y relacional. Así, creemos necesario inspirar estrategias agrícolas que promuevan relaciones más inclusivas y diversas entre las personas y los paisajes agrícolas”, señalan finalmente las autoras del estudio.
Referencia bibliográfica:
Pérez-Ramírez, I., García-Llorente, M., Saban de la Portilla, C., Benito, A., Castro, A.J. 2021. Participatory collective farming as a leverage point for fostering human-nature connectedness. Ecosystems and People 17(1), 222-234. DOI: 10.1080/26395916.2021.1912185.