¿Pueden los actos más horripilantes ser consecuencia de una enfermedad no diagnosticada?
En este artículo publicado en The New Yorker se narra la trágica experiencia de Patrick Clancy después de que su esposa asesinase a sus tres hijos tras a una crisis de salud mental posparto.
Clancy perdonó públicamente a su esposa pocos días después del incidente, describiéndola como una persona que enfermó. Aunque los fiscales persiguen cargos de asesinato contra la esposa, sus abogados argumentan que padecía una depresión posparto severa, a pesar de no haber recibido un diagnóstico formal antes del incidente.
En el artículo se profundiza en la psicosis posparto, una enfermedad que, según se explica, puede acarrear síntomas que van y vienen, y que se puede ver agravado por los mitos sociales sobre la maternidad, que pueden empujar a las mujeres a aparentar bienestar.