La omnipresencia de las pantallas desde la década de 2010 está teniendo consecuencias en la salud mental de los más jóvenes
El psicólogo Jonathan Haidt elabora en este artículo en The Atlantic la idea de que la tecnología, y concretamente las redes sociales y los teléfonos móviles, ha cambiado radicalmente la infancia en el mundo.
La falta de juego sin la supervisión de adultos, la limitación en las interacciones cara a cara y en tiempo real y la frecuente necesidad de “actuar” para un público amplio en redes sociales están alterando la forma en la que aprenden a relacionarse los niños y los adolescentes.
Haidt argumenta que estos cambios en la forma de socializarse en esta etapa tan importante de la vida son los que están detrás de las altas tasas de depresión y ansiedad que tienen los más jóvenes en muchos lugares del mundo, en comparación con las generaciones anteriores.