Aceptar nuestra ignorancia puede ser una poderosa herramienta para pensar de manera más libre
En este artículo publicado en la revista Nautilus, y que corresponde a un fragmento del libro Uncertain: The Wisdom and Wonder of Being Unsure, la escritora Maggie Jackson nos presenta varios estudios en los que se evalúa cómo nos enfrentamos los humanos a lo desconocido, lo incierto, lo inseguro.
Jackson apunta a que estos y otros estudios sugieren que la capacidad para abrazar la incerteza está asociada a una forma de pensar más flexible e imaginativa, mientras que la necesidad de tener respuestas claras y que no admiten ambigüedad es síntoma de una cierta rigidez mental. Aunque también destaca que hay un gran espectro entre ambas situaciones y que la manera de enfrentarnos a lo desconocido es sólo una más de las muchas características que tienen las personalidades humanas, y que por tanto no es determinante.