CIENCIA Y CASUALIDAD<br>
Ven la luz algunas historias del azar como llave de los descubrimientos científicos.
Reseña realizada por Miguel Angel Fernández Sanjuán<br>
Universidad Rey Juan Carlos
Serendipia es el término castellano generalmente aceptado, correspondiente al inglés serendipity, término que fue acuñado por el autor inglés Horace Walpole, a fin de indicar la habilidad de los protagonistas del cuento persa "The three princess of Serendip", que siempre estaban encontrando por accidente o por sagacidad, cosas que no estaban buscando. El significado del término aparece en una carta que Horace Walpole escribió el 28 de enero de 1754 a sir Horace Mann en la que le indica:
",.este descubrimiento es del tipo que yo llamo serendipia, una palabra muy expresiva que voy a intentar explicarle, ya que no tengo nada mejor que hacer: la comprenderá mejor con su origen que con definiciones. Leí en una ocasión un cuentecillo titulado "Los tres príncipes de Serendip": en él sus altezas realizaban continuos descubrimientos en sus viajes, descubrimientos por accidente y sagacidad de cosas que en principio no buscaban: por ejemplo, uno de ellos descubría que una mula ciega del ojo derecho recorría últimamente el mismo camino porque la hierba estaba más raída por el lado izquierdo-¿comprende ahora la serendipia? "
Diversos diccionarios de la lengua inglesa incluyen el término "serendipity" para indicar que se trata de la facultad de hacer descubrimientos afortunados por accidente, siendo Serendip la palabra persa para designar la isla del Océano Indico que conocemos hoy en día como Sri Lanka. El término "serendipity" apareció en el mundo de la ciencia en 1955 en un artículo de la revista Scientific American, para mostrar que algunos descubrimientos con frecuencia ocurren de modo fortuito, o más bien por la habilidad del buen observador. Y el término tuvo tal éxito que dio lugar al titulo del libro que aquí reseñamos.
En el libro se abunda en la discusión sobre el carácter fortuito y accidental de muchos descubrimientos, presentando en la introducción un interesante análisis acerca de la serendipia y lo que el autor denomina pseudoserendipia en la ciencia. El libro se compone de treinta y seis historias del mundo de la ciencia seleccionadas por el autor, pretendiendo ilustrar precisamente el carácter "serendípico" o fortuito de muchos descubrimientos de la historia de la ciencia. El autor Royston Roberts es químico y ello explica que una gran mayoría de las historias seleccionadas provengan del mundo de la química, no obstante la selección es de carácter bastante general incluyendo historias muy interesantes de una gran multitud de disciplinas.
De entre las historias incluidas en este libro, destacan la historia de Arquímedes, en la que el matemático griego se da cuenta del principio que hoy día lleva su nombre bajo el famoso grito de ¡Eureka¡ La historia, parte leyenda, del descubrimiento de la quinina por un indio que abrasado por la fiebre se perdió en la jungla de los Andes. Por supuesto no podía faltar Newton y la manzana. O el descubrimiento de la batería eléctrica que descubre Alessandro Volta, inspirado tras los estudios del fisiólogo Luigi Galvani. Diversos descubrimientos de elementos químicos. El descubrimiento de Goodyear de la vulcanización del caucho. La historia del sueño de Friedrich August Kekulé y el benceno. Los descubrimientos serendípicos en arqueología. El descubrimiento de la luna de plutón y otras muchas narraciones.
La lectura resulta amena, contiene muchos datos de interés humano e histórico y precisamente la organización en treinta y seis capítulos diferentes, puede permitir al lector comenzar y recomenzar donde quiera. Es opinión del autor, que yo mismo comparto, que el libro está orientado a un público general, interesado en la ciencia. En este sentido el abanico de posibles lectores es muy amplio, si bien puede resultar de especial utilidad para estudiantes de bachillerato, o primeros años de universidad, ya que puede servir a estimular el interés por la ciencia. También puede ser de gran utilidad para profesores en sus quehaceres docentes, ya que la información dada por este libro puede ser de enorme interés a la hora de motivar la enseñanza de muchos conceptos de la ciencia.