Entrevista a Juan F. Cabrero Gómez. Físico del departamento de Cargas Útiles y Ciencias del Espacio del Laboratorio de Instrumentación Espacial del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).
1.- ¿Qué le parece la iniciativa de la Noche Europea de los Investigadores? ¿Cómo valora que su objetivo fundamental sea acercar la figura del investigador a los ciudadanos y fomentar las vocaciones científicas y el espíritu emprendedor entre los jóvenes?
Se trata de una gran iniciativa que pone en contacto al científico o tecnólogo con la ciudadanía, estableciendo una retroalimentación positiva de conocimiento, aplicación y servidumbre entre la sociedad y la comunidad científica. Esto es, al ciudadano le permite entender la aplicación de las investigaciones que realizamos y al científico le vale para bajarse a la calle desde su laboratorio y así tener una visión más global de las demandas de la sociedad, no sólo de su línea de investigación. Incluso es positivo para entender mejor su ciencia ya que, como decía A. Einstein: "Si no puedes explicar algo en palabras simples, significa que no sabes de lo que estás hablando".
Con este acercamiento bidireccional, la vocación y curiosidad de los más jóvenes está completamente asegurada porque entra dentro de incentivar el aprendizaje.
2.- ¿En qué consiste la actividad que organiza?
La actividad del INTA se subdivide en varias actividades. Yo colaboro principalmente en la parte de divulgación histórica dentro de "El rincón de..." donde se exponen los personajes o hechos históricos más loables de la exploración aeronáutica o espacial española.
3.- ¿Cuál es el objetivo principal de la actividad?
El objetivo principal es divulgar las actividades que realizamos en el Instituto y fomentar las vocaciones en el ámbito de la ingeniería aeroespacial entre los jóvenes para que el día de mañana ellos nos releven en el trabajo y en la carrera investigadora con más pasión y éxitos.
4.- ¿A qué tipo de público se dirige?
Al tratarse de actividades distintitas, abarcan todo tipo de público, desde los más pequeños hasta público especializado del campo científico-ingenieril.
5.- ¿Por qué decidió lanzarse y participar en la Noche?
Considero que es bueno intentar acercar la ciencia y el conocimiento a la sociedad. Primero porque el proceso de enseñanza-aprendizaje es lo que nos permite evolucionar y segundo porque nuestra financiación es pública, por lo que el contribuyente debe de conocer -y demandar- dónde van sus impuestos.
Por otro lado, creo que siempre es positivo crear una masa crítica que muestre como el método y la cooperación científica son unas de las mejores salidas a los problemas globales que nos afectan. Con esta premisa siempre he orientado mi labor hacia el bien común, ejerciendo de voluntario, asociacionista y divulgador en mi entorno, y promoviendo ciencia, saberes y aficiones en niños y mayores.
6.- ¿Cómo nació su vocación científica? ¿Cuándo y por qué decidió que quería ser científico?
Como la mayoría de los niños, desde muy pequeño me preguntaba el porqué de las cosas, pero a mí no me valía el "porque sí" o algún acto de fe parecido. Este hecho, presumiblemente innato, de ser curioso también se aprende y es aquí donde es muy importante la divulgación y la docencia. En mi caso, la decisión final de estudiar Físicas fue gracias a mis extraordinarios profesores de Filosofía, Matemáticas y otras ciencias del instituto de secundaria. El vínculo al espacio debió de ser por la cercanía de las estaciones de la NASA (National Aeronautics and Space Administration) y la ESA (European Space Agency) en Fresnedillas, mi pueblo.
7.- ¿En qué área está especializado? ¿Cuáles son sus líneas de investigación?
Estoy especializado en la integración de instrumentación para cargas de pago. En concreto dispositivos físicos y de control, atendiendo más específicamente a los electroópticos.
8.- Como sabe, la Noche se celebra simultáneamente en más de 300 ciudades europeas. ¿Cree que estas iniciativas paneuropeas pueden influir en la percepción que los ciudadanos tienen sobre los investigadores?
Sí, creo que gracias a estas iniciativas los científicos seguimos en los puestos de mejor valoración y confianza ciudadana.
La ciencia fomenta la comunidad y la cooperación frente al individualismo imperante, algo que todo ciudadano con percepción global agradece. Visto en el otro sentido, la suma de esfuerzos altruistas por mostrar ciencia por parte de los investigadores es recompensada por esa placentera sensación de sentimiento de pertenencia y cohesión grupal, que nos permite ser más útiles a nuestros ciudadanos.