CIFRAS Y AVANCES<br>
Un meritorio intento de cuantificar el progreso español
Reseña realizada por Jordi Maluquer de Motes<br>
Universidad Autónoma de Barcelona
La Contabilidad Nacional se ha convertido en las últimas décadas en la principal fuente de datos sobre las economías nacionales y en un potente instrumento para su análisis. Por tal motivo, se ha hecho general la demanda de estimaciones retrospectivas para el estudio del crecimiento a largo plazo. La economía española ha encontrado una oportuna y excelente respuesta a tal demanda en esta obra, dedicada a la construcción de los agregados básicos del producto y del gasto nacional desde 1850 hasta 2000. El volumen está estructurado en tres partes. La primera expone los antecedentes en España de este tipo de ejercicios y los métodos utilizados por el autor. La segunda está reservada a la interpretación de los resultados. La tercera reúne, en más de quinientas páginas, las nuevas cifras, que también se recogen en un CD. Esta parte estadística ofrece series anuales del PIB al coste de los factores y a los precios de mercado para 1850-1958, así como de sus componentes de producto y de demanda, a un muy elevado nivel de desagregación. Todo ello se completa con los datos de la Contabilidad Nacional de 1958-2000 que sirven a la construcción de series enlazadas para el largo período 1850-2000.
La calidad de las estimaciones retrospectivas de la Contabilidad Nacional depende de la disponibilidad de estadísticas primarias y de su fiabilidad. Las estadísticas españolas para 1850-1954, son escasas y relativamente mediocres. Esto ha obligado a Prados de la Escosura a realizar una difícil tarea de construcción de series, que se apoya sobre las evaluaciones estadísticas precedentes, sometidas a una cuidadosa revisión y adaptación, y sobre nuevas estimaciones. Para ello, ha debido recurrir a hipótesis y supuestos delicados y, naturalmente, discutibles. Sin embargo, sus decisiones son la mayor parte de las veces razonables y, además, bastante explícitas. Las nuevas series deparan algunas sorpresas. La mayor es el muy elevado tamaño relativo del sector terciario desde el comienzo del período, lo que resulta poco convincente. El autor reconstruye, además, los datos de la Contabilidad Nacional para 1954-2000 y propone una nueva serie que modifica las cifras básicas de la evolución de la economía española en esos años. Las diferencias entre la nueva serie enlazada de Prados y las revisadas en su día por el INE, o por diversos económetras, son, cuando menos, polémicas.
La interpretación del autor acerca del crecimiento económico moderno en España es optimista. El país habría iniciado su modernización de forma irreversible hacia 1850, con una progresión lenta y gradual por más de cien años, para acelerarse en la segunda mitad del siglo XX. La impresión de este comentarista es algo distinta. Los propios datos de Prados muestran que en 1960 el PIB por habitante de España se encontraba casi a la mitad que cien años antes respecto de los países avanzados, apenas por encima del 50 % del conjunto de la Europa occidental y dos tercios por debajo del PIB per cápita norteamericano. Esto sugiere un balance algo diferente: retroceso continuo en términos relativos hasta 1950-1960 y rápido ascenso desde 1961, interrumpido por la crisis de 1975-1985. El progreso económico se habría producido, por tanto, sólo en dos cortos períodos: los años del “milagro español” de 1960-1975, con el fin de la autarquía y la liberalización exterior, y la fase de integración en la UE a partir de 1986. Con todo, más allá del debate académico, queda una aportación extraordinaria en su contenido y modélica en sus características. Desde ahora, nunca más será posible analizar el pasado de España, en cualquiera de sus dimensiones, sin recurrir a esta magna obra de Prados de la Escosura.