Álvaro San Millán Cruz, Premio de Investigación de la Comunidad de Madrid Margarita Salas 2021 a investigadores menores de 40 años, participará en el encuentro “Ciencia en todo, Ciencia para todos” enmarcado en la próxima Semana de la Ciencia y la Innovación de Madrid
Según su currículum es experto en resistencia a antibióticos en bacterias. ¿En qué consiste su investigación?
En nuestro grupo de investigación en el Departamento de Biotecnología Microbiana del Centro Nacional de Biotecnología-CSIC intentamos entender los mecanismos que vehiculizan la adquisición de las resistencias a antibióticos en las bacterias, sobre todo en las bacterias de interés clínico. Nos especializamos, sobre todo, en el estudio de unos elementos genéticos móviles que son los plásmidos, unos pequeños círculos de ADN capaces de transferirse horizontalmente entre distintas bacterias y que con bastante frecuencia les aportan genes de resistencia a antibióticos. Esto supone un gran problema, sobre todo en los hospitales, donde hay bacterias multirresistentes que ponen en riesgo a los pacientes. Algunas de nuestras líneas de investigación se centran en entender los procesos evolutivos por los que las bacterias obtienen estos elementos genéticos móviles y adquieren resistencia a los antibióticos.
¿Qué estrategia propone para combatir las bacterias resistentes a los antibióticos?
La resistencia a antibióticos es un problema muy grave actualmente. Estamos en una situación complicada y hace falta desarrollar nuevas estrategias para combatir estas bacterias resistentes a los antibióticos. Una de las líneas en las que trabajamos es la utilización más racional de los antibióticos, empleándolos para tratar las infecciones de manera lo más “targeteada” posible. Los mecanismos por los que las bacterias adquieren resistencia quizás las sensibilizan a otros antibióticos, y así podremos emplear estos antibióticos que “targetean” específicamente a las bacterias resistentes. Otras de las líneas que seguimos tanto en nuestro grupo como en otros son desarrollos de herramientas biotecnológicas que permitan luchar solo contra las bacterias que porten estos mecanismos de resistencia, como pueden ser los plásmidos.
Las bacterias resistentes a los antibióticos representan en la actualidad una de las mayores emergencias de salud pública a escala global y el uso excesivo de los antibióticos ha producido un incremento espectacular en la prevalencia de resistencias a antibióticos en bacterias en los últimos años. ¿Ha faltado comunicación con el ciudadano?
Es verdad que el problema de la resistencia a antibióticos es un problema global que concierne a muchos ámbitos de la sociedad. Es decir, los antibióticos se usan para tratar infecciones en personas, pero también se utilizan en los animales y en la agricultura, y la resistencia se genera por utilizarlos de esta manera global. De la misma manera, comunicar a los ciudadanos la importancia de un buen uso de los antibióticos puede haber sido un importante déficit que hemos tenido en el campo. De hecho, esta comunicación es algo que a nuestro grupo nos interesa mucho y queremos proporcionar la información a la sociedad de manera que sean conscientes de los problemas que pueden generarse y actuar en consecuencia. Nuestro campo de investigación se está moviendo en esta perspectiva que se conoce como One Health, en la que los distintos equipos que investigan la generación de la resistencia a antibióticos intentan asociarse y trabajar de manera conjunta. Se trata de trabajar todos juntos con el mismo objetivo, reconociendo cada sector de la sociedad su responsabilidad. Y en esa misma línea, informar a la sociedad es absolutamente vital para que todo el mundo sea consciente de la importancia de un buen uso de los antibióticos para preservar esta herramienta terapéutica tan valiosa.
Su proyecto obtuvo una ayuda ERC Starting Grant, la primera que se concede a un hospital en España. ¿Cuáles son sus fuentes de financiación?
Informar a la sociedad es absolutamente vital para que todo el mundo sea consciente de la importancia de un buen uso de los antibióticos para preservar esta herramienta terapéutica tan valiosa
Por suerte, tenemos la financiación del grupo, que es bastante robusta. Tenemos esta RC “Starting Grand”, un proyecto de cinco años del que todavía nos queda un año. También tenemos otros proyectos nacionales del Instituto de Salud Carlos III, e incluso de fundaciones privadas como el BBVA. También tenemos otros proyectos europeos, proyectos multicéntricos como los Joint Programming Initiatives (JPI) que es un programa específico internacional en el que colaboramos con investigadores de distintos países. En uno de estos proyectos estudiamos posibles intervenciones para reducir la resistencia a los antibióticos. Por suerte tenemos esta financiación y actualmente intento conseguir el siguiente escalón dentro del programa de RC, que es la RC “Consolidator Grand”, que sería para otros cinco años. Estos programas, en concreto los RC, te dan una financiación grande que permite establecer un grupo de investigación grande y hacer proyectos a una escala mayor.
¿De qué manera contribuye tu investigación a afrontar los desafíos de la sociedad? ¿Cuál es su aplicabilidad?
En nuestro grupo estamos muy interesados, en primer lugar, en entender los procesos evolutivos que determinan la adquisición y la diseminación de la resistencia a antibióticos. Pero también tenemos un compromiso grande con hacer investigación traslacional, intentando que esos conceptos básicos que podamos entender sirvan para desarrollar nuevas estrategias terapéuticas y nuevas aproximaciones que nos permitan luchar contra la resistencia a antibióticos. Por eso es por lo que trabajo en contacto muy cercano con el ambiente clínico del hospital. En este caso del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en el que he trabajado varios años y con el que sigo colaborando para poder estudiar estos procesos tan relevantes desde el punto de vista clínico, en las bacterias multirresistentes que causan problemas reales en pacientes reales. De esta manera, nuestros trabajos permiten entender una serie de bases evolutivas y quizás conocer nuevas dianas terapéuticas, contra las que se podrían desarrollar nuevos tratamientos para “targetear” específicamente a las bacterias resistentes a los antibióticos. Y en estos nuevos proyectos nos centramos no solo en entender los procesos evolutivos, sino en explotar esos procesos evolutivos para frenar la diseminación de la resistencia a antibióticos.
¿Qué retos se planea en el futuro?
Lo que espero, y realmente queremos, es poder continuar las líneas de investigación que venimos desarrollando, que considero tienen mucha proyección para el futuro y que aún queda mucho por desarrollar. Y para eso, básicamente, lo que necesitamos es tener una financiación estable y robusta. Mi gran reto sería ser capaz de trasladar todos esos conceptos que hemos aprendido de la biología evolutiva de estas bacterias resistentes a los antibióticos al desarrollo de nuevos tratamientos que tengan una aplicación y que marquen una diferencia en pacientes reales. Ese sería el objetivo, el gran objetivo del laboratorio.
¿En qué pilares debe basarse la buena transferencia de conocimiento?
Obviamente, para que exista una buena transferencia hace falta un cuerpo de ciencia básica muy robusto, unos resultados de ciencia desde la básica hasta la más aplicada y que la aplicabilidad sea muy robusta. Para eso hace falta invertir mucho en ciencia básica, obviamente. Y después se deben fomentar esos procesos de transferencia. Yo creo que ahora sí se está haciendo un esfuerzo en esa dirección, fomentando que se pidan proyectos entre grupos de investigación y empresas para poder canalizar estos productos hacia el mercado. Y sí creo que eso es una muy buena idea y que tenemos que esforzarnos en aprovechar estas oportunidades.
¿Qué ha supuesto para su trayectoria haber sido premiado por la Comunidad de Madrid?
En primer lugar, ha supuesto una inmensa satisfacción personal, porque obviamente nosotros trabajamos todo lo que podemos por entender los fenómenos que ocurren en la naturaleza y por producir resultados de la máxima calidad posible. Y, de ese modo, devolvemos a la sociedad la apuesta que hace por nosotros en forma de proyectos de investigación y dinero para investigar. Pero un reconocimiento de este tipo, por supuesto, supone esa satisfacción de saber que el trabajo que estás haciendo tiene mérito, tiene interés y va en la dirección adecuada.
Por otro lado, para mi trayectoria profesional, obtener un premio de estas características supone un hito importante, apoya mi carrera y me facilita obtener más financiación y nuevos programas de investigación en el futuro, por lo que tiene una relevancia muy grande. Es decir, por un lado supone una satisfacción personal y, por otro, es de gran importancia para mi trayectoria investigadora.