Hoy recuperamos unos versos que este escritor y poeta de la generación del 36 dedicó a las canteras
En 1943 se editó en Madrid Sonetos a la piedra de Dionisio Ridruejo. Realizado desde unos años antes, incluidos los de la guerra civil, es un poemario temático sobre la piedra. De sus 39 sonetos – que aumentaron a 43 en reedición realizada por el propio poeta en 1975 y publicada póstumamente en 1979 – la mayoría son composiciones sobre piedras de estatuas y de edificaciones: palacios, iglesias, etc. El resto están dedicados a la piedra como material de artefactos: ruedas de molino, relojes de sol, puentes… y a la piedra pura en la naturaleza: volcanes, cordilleras… De entre estos últimos hemos seleccionado para poesía y ciencia el soneto en que describe las canteras - verdaderas minas a cielo abierto - que han transforman la fisonomía de nuestras montañas produciendo paisajes encastillados e impenetrables de abismos verticales.
Ver más en el blog La alegría de las musas 2.
A LA CANTERA
DERRUMBA, vulnerada la montaña,
abismos verticales en su seno
y del perfume de la hierba ameno
su intimidad desnuda sin entraña.
Impenetrable, encastillada, ensaña
en árido desdén duelo sereno
esta firmeza helada, este alto y pleno
vigor que de su ruina se acompaña.
Ni la raíz, ni el agua, ni la hoguera
forjadora, ni el hábito del viento;
nada ha calado su constancia entera.
Sólo el alma la explora - ¡oh, monumento;
oh mansión; oh cariátide ligera! –
con venas de amoroso pensamiento.
Dionisio Ridruejo Jiménez. (Burgo de Osma, Soria, 1912 – Madrid, 1975)