Entrevista a Silvia A. Earle. Oceanógrafa y premio <a href="https://www.fpa.es/es/premios-princesa-de-asturias/premiados/2018-sylvia-a-earle.html?especifica=0&amp;idCategoria=0&amp;anio=2018&amp;especifica=0" title="Princesa de Asturias de la Concordia" alt="Princesa de Asturias de la Concordia" target="_blank">Princesa de Asturias de la Concordia</a> 2018.
La galardonada con el Princesa de Asturias de la Concordia Silvia A. Earle defiende la urgencia de conservar los mares y océanos: "Es nuestro sistema vital".
Enhorabuena. ¿Para qué le va a servir este galardón?
Para atraer la atención hacia el océano y cómo afecta a todo el mundo, y eso es muy importante, en estos momentos, porque va a haber un gran cambio. Usted ha señalado que tenemos diez años para intentar la involución del cambio climático, usando el conocimiento para hacerlo bien. En momentos de ignorancia hemos hecho muchas cosas destructivas a la Naturaleza, pero ahora sabemos por qué importa tener árboles, tierras y océanos sanos. Cuando yo era niña, pensábamos que el planeta y el océano eran demasiado grandes y resistentes para llegar a dañarlo, pero ahora sí existe ya la preocupación de que, dentro de diez años, el planeta se va a volver un sitio inhóspito con nosotros debido a nuestras acciones, cuando crucemos unas líneas y no podamos volver atrás.
¿Qué está más degradado, el medio ambiente exterior, o los mares y océanos?
Todo está vinculado, pero sabemos lo que hay que hacer. La pregunta es si hay voluntad para hacerlo. ¿Acaso se habla de los combustibles fósiles como la quema de carbón? ¿Estamos protegiendo sistemas en el suelo de la Tierra, o en los mares? ¿Llegaremos a reconocer que estamos cogiendo demasiado pescado del mar y los océanos? Debemos conseguir que grandes zonas del océano, de alta mar, queden intactas, como nuestro sistema vital que es, y ahora tenemos una oportunidad para poder hacerlo pero, se nos va el tiempo muy rápidamente.
¿Ha recibido presiones de las grandes empresas internacionales?
Hay que decir siempre la verdad. Eso es lo que hacen los científicos, lo que debería de hacer todo el mundo porque hacer lo contrario sería una tontería. El enfrentarse a la realidad es la única esperanza que hay y, además, deberíamos ser conscientes de los otros derrames de petróleo, los que ocurren en el aire, la combustión de combustibles fósiles y la creación de plásticos que están vertiéndose a los océanos.
¿Ha podido hablar de su trabajo con presidente de los EE.UU., Donald Trump?
No. Yo disfruté de una relación muy cordial con presidentes anteriores a lo largo de mi carrera profesional, pero el actual presidente de los EE.UU. no es afín al mundo científico.
¿Qué sintió la primera vez que vio el efecto del hombre hacia el océano?
Es difícil no sentirse triste cuando ves la gran pérdida que hay. No obstante, sí que hay lugar para la alegría, porque hay más ballenas hoy en día que cuando yo era niña, y parece ser que lo mismo ocurre con las tortugas marinas. Elegimos la vida por encima de la muerte y tenemos una oportunidad para hacer eso mismo con otras formas de vida que hay en el mar. Pero, si no nos damos prisa, vamos a perder esa oportunidad. El número de atunes se ve muy reducido, los caballitos de mar también están en peligro de extinción. Hay lugares del mar que se están recuperando, los peces, y también el ecosistema. Asimismo, los arrecifes de coral están volviendo a aparecer en las zonas de agua fría. Y, cuando dejemos de matar y empecemos a cuidar esas zonas, ocurrirán cosas maravillosas.
La educación es la palabra clave para el futuro de la Humanidad, ¿verdad?
Sí, porque la gente hoy en día viaja muchísimo más que cuando yo era niña, y tenemos acceso a la información, a través de las tecnologías que no existían, y los niños de hoy ya saben todo lo que nosotros hemos tardado toda la historia en descubrir. Somos beneficiarios de sus conocimientos y eso nos da esperanza porque ellos saben cosas que no podían saber los grandes exploradores del pasado, al crecer con esa visión del planeta. Jacques Cousteau instó a meterse a la gente en el océano, y yo también, y ahora, cada vez vamos a profundidades mayores y el compartir esa visión, y conseguir algo de respeto para la Naturaleza es algo imprescindible para que nosotros podamos seguir prosperando aquí.