José María Martínez-Val<br/>Universidad Politécnica de Madrid<br/>Premio madri+d 2009 a la Mejor Patente en el área de Energía y Medio Ambiente a "Colector de Energía Solar Térmica"
José María Martínez-Val es catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid. Premio madri+d 2009 a la Mejor Patente en el área de Energía y Medio Ambiente a "Colector de Energía Solar Térmica".
1. ¿Cual es la naturaleza y los aspectos distintivos de la invención que ha patentado?
La patente trata de mejorar los sistemas de captación térmica de la energía solar.
En los colectores convencionales existen puntos débiles, como son las soldaduras entre vidrio y metal, y los problemas de las juntas rotativas que son necesarias en los colectores cilindro-parabólicos y que son una fuente de accidentes potenciales, por posibles fugas de aceite a casi 400 ºC.
La patente presenta una alternativa flexible y robusta para alcanzar temperaturas de ese nivel sin tener esos puntos débiles que se han señalado. Uno de sus distintivos es que la presión interior que existe entre los tubos absorbedores y el vidrio de la ventana transparente se puede acomodar a las necesidades de la aplicación, yendo desde un vacío de milésimas de atmósfera, hasta 1 atmósfera.
2.- ¿Qué soluciones aporta y en que campos o sectores es de aplicación? ¿Qué beneficios reporta su invención a la sociedad?
Su aplicación principal será la producción de electricidad mediante ciclos termodinámicos activados por energía solar. Esta patente, acompañada de otras que estamos desarrollando, configura a nuestro juicio una nueva central termosolar, bastante más barata que las convencionales, más segura y de mantenimiento mucho más fácil.
3.- ¿Ha recurrido a servicios profesionales (OTRI y/o agencias de propiedad industrial) para llevar a cabo la protección de su invención?
Aunque la Universidad Politécnica de Madrid tiene un servicio de agente de la propiedad industrial, en nuestro caso el agente solo actúa para revisar la redacción final de las patentes, pero sin hacer búsqueda previa de documentación ni cosa parecida. Esa búsqueda previa la hago yo mismo, o gente de mi equipo. Creo que cualquier grupo con intereses investigadores prácticos necesita una cierta experiencia en este campo, para ser fértiles proponiendo ideas patentables.
4.- ¿Que valor adicional considera que ha obtenido con la patente?Creo que mi grupo está en condiciones de proponer una nueva modalidad de central termosolar, aunque hemos de rematar un buen número de cálculos para completar la ventana de diseño en la que optimizar esta invención y las que la acompañan.
5.- Desde su perspectiva como investigador de un centro público de investigación, ¿qué medidas (normativa, apoyo y asistencia, ayuda económica) considera necesarias para fomentar la protección de los resultados de la investigación y su comercialización?
Desgraciadamente el apoyo a la inventiva en España es prácticamente nulo. A menudo se apunta como uno de los defectos más grandes del sistema de I+D+i español, la ausencia de patentes, tanto en su concesión como en su aplicación.
El problema es que al no existir ningún programa de apoyo, la presentación y tramitación de patentes termina siendo cosa de uno mismo, prácticamente en solitario, y en su aplicación nos encontramos con que las empresas españolas tienen muy poca experiencia. Sería fundamental que hubiera dinero público para ingresar el mecanismo de transmisión desde una patente universitaria a su realización práctica por una empresa. Aquí tenemos un vacío que explica mucho de la situación tan deplorable en la que se encuentra España en el ranking internacional de patentes.
6.- ¿Desde donde considera que deben de existir: en la institución donde se trabaja, en la Administración Pública correspondiente...?
Los programas de apoyo a la invención deben existir en todos los niveles de la cadena Ciencia-Tecnología-Industria. Por descontado, no hacen falta los mismos niveles de presupuesto en los diversos eslabones. Al principio es muy poco el dinero que se requiere para plantear las ideas a nivel científico, y al final se necesitan presupuestos de varios millones de euros para la realización de un prototipo industrial. Entre medias, lógicamente, debe haber varias cribas de las ideas propuestas.