Las emisiones de efecto invernadero están aumentando rápidamente tras el parón por la covid
No ha habido una recuperación verde ni tampoco un “crecimiento más ecológico”. Al menos, no se ha dado hasta ahora. Así lo indica el informe de situación sobre la crisis climática que varias agencias vinculadas a Naciones Unidas han difundido este jueves. La pandemia y los planes para la recuperación económica tras el parón mundial en 2020 se vieron como una oportunidad para intentar corregir el rumbo que tenía fijado el ser humano hacia el desastre ecológico, debido al aumento continuado de las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas principalmente al uso del petróleo, el gas natural y el carbón. Pero, como destaca la ONU, “no hay indicios de un crecimiento más ecológico: las emisiones de dióxido de carbono [el principal de los gases de efecto invernadero] están aumentando de nuevo rápidamente tras una disminución pasajera debida a la desaceleración de la economía” por el parón por la covid.
Además, Naciones Unidas advierte de que “las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera se mantienen en niveles sin precedentes y condenan al planeta a un peligroso calentamiento futuro”. El informe presentado este jueves se titula Unidos en la Ciencia y se hace coincidir con la Asamblea General de la ONU, que se celebra cada septiembre en Nueva York.
Es la tercera edición que se realiza de este informe y en esta ocasión dos son los protagonistas: la fallida recuperación verde y el último estudio del IPCC, el panel internacional de científicos de referencia en asuntos climáticos que difundió en agosto sus conclusiones. Y entre ellas, la ONU resalta ahora que “el aumento de las temperaturas a nivel mundial provoca fenómenos meteorológicos extremos devastadores en todo el planeta, cuyos efectos en las economías y las sociedades son cada vez más graves”. Además, el calentamiento generado por la humanidad ha provocado ya cambios que no tienen “precedentes en muchos cientos, e incluso miles, de años” y algunos de sus efectos, como el aumento del nivel del mar, no se detendrán aunque se reduzcan las emisiones.
La pandemia llevó a una caída histórica de los gases de efecto invernadero expulsados por la actividad del ser humano en 2020, pero luego vino un incremento también notable de las emisiones. “De acuerdo con algunas estimaciones preliminares, entre enero y julio de 2021, las emisiones mundiales en los sectores de la energía eléctrica y la industria ya se encontraban en el mismo nivel o en un nivel superior al observado durante el mismo período en 2019, antes de la pandemia”, explica el informe presentado este jueves.
António Guterres, secretario general de la ONU, ha explicado este jueves: “A menos que haya reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala en las emisiones de gases de efecto invernadero, no podremos limitar el calentamiento global a 1,5 grados”. Limitar el aumento de la temperatura a entre 1,5 y 2 grados era el objetivo que establecía el Acuerdo de París, que data de 2015. Pero cinco años después de la firma de ese tratado, la senda de las emisiones globales no se corresponde con lo que se necesita para cumplir con esos objetivos.
“La crisis generada por la covid-19 ofrece solo una reducción a corto plazo de las emisiones mundiales. No habrá una disminución considerable de las emisiones de aquí a 2030, a menos que los países traten de conseguir una recuperación económica que incluya una descarbonización profunda”, expone el informe presentado. La ONU aplaude que un gran número de países —que representan el 63% de las emisiones mundiales— se hayan comprometido a alcanzar para 2050 las emisiones netas cero. Pero advierte: “Para que estos objetivos sigan siendo viables y creíbles, deben reflejarse con urgencia en políticas a corto plazo” y en los planes de recorte de emisiones para esta década, no para mediados de siglo.
El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, ha explicado: “Durante la pandemia hemos escuchado que debemos reconstruir para mejorar, a fin de trazar un camino más sostenible para la humanidad y evitar los peores efectos del cambio climático en la sociedad y las economías”, según un comunicado. “En este informe se señala que, hasta el momento, en 2021 no estamos avanzando en la dirección correcta”, ha añadido Taalas.