1.- ¿Qué argumentos le puede dar al ciudadano madrileño para convencerle de que la ciencia es importante para la sociedad?
Responder a esta pregunta es sencillo y difícil a la vez. Sencillo porque cualquiera puede entender que los avances en el mundo se producen, directa o indirectamente, a través del conocimiento científico. Lo que entendemos como calidad de vida en buena medida se lo debemos a los avances científicos, además, se habla desde hace tiempo de sociedad o economía basadas en el conocimiento. En España se trata de impulsar el cambio del modelo productivo hacia actividades de mayor contenido tecnológico y valor añadido; todo ello debe estar soportado en una base científica. Sin embargo, a pesar de todas las evidencias, no hay una gran sensibilidad en nuestra sociedad sobre la necesidad de invertir en ciencia, por ello, una de las primeras medidas que se toman, no sólo en nuestro país, cuando hay recortes presupuestarios es penalizar el dedicado a la generación de conocimiento.
En resumen, aunque parece sencillo convencer a nuestra sociedad de la importancia de la investigación, no resulta fácil que este convencimiento forme parte de la mentalidad del ciudadano. Esa meta se dará por alcanzada cuando nadie se arriesgue a tomar medidas que frenen la actividad encaminada a promover el conocimiento científico.
2.- Desde el punto de vista del investigador ¿Cree que la política científica de la Comunidad de Madrid es adecuada?
Como cualquier científico, pienso que se podría hacer más por la investigación, mucho más; pero también sé que son muchos los objetivos que compiten por hacerse con una parte de esos recursos. Si nos fijamos en la financiación de la I+D+i y nos comparamos con países como Suecia, Finlandia o Israel, podríamos sentir envidia del porcentaje de PIB que ellos dedican a estos conceptos. Sin embargo, si comparamos las cifras de la Comunidad de Madrid con la media española e incluso con la media europea, no es fácil reclamar un mayor esfuerzo de financiación, pues el porcentaje de PIB dedicado a I+D en nuestra región es superior a la primera y similar a la segunda. Cómo se organiza la labor científica es otro de los aspectos a considerar. Una sociedad compleja como la nuestra se enfrenta a problemas también complejos y para ello necesita de estructuras que alcancen una masa crítica y una organización pluridisciplinar. La Comunidad de Madrid ha hecho frente a esta necesidad de forma adecuada, pues hace ya algunos años apostó, acertadamente en mi opinión, por apoyar institutos de investigación en líneas estratégicas, "los IMDEA", ocho institutos especializados en otras tantas áreas de conocimiento, que nacieron con el objetivo de ser focos de atracción de talento, local e internacional, utilizando una organización flexible y dinámica en la que no quepa nada que no apunte a la excelencia.
Se puede decir, como resumen, que la política científica de la Comunidad de Madrid tiene una sólida base.
3.- ¿Qué les pediría a los responsables de la política de I+D+i de Madrid como ciudadano? ¿Y como científico?
Enlazando con la primera pregunta, lo ideal sería que ambos, ciudadanos y científicos, pidiéramos lo mismo a los responsables políticos: que apoyen la idea de que la ciencia y la tecnología son las únicas bases sobre las que se puede asentar el desarrollo de Madrid. La crisis económica actual nos está afectando a todos, pero no debe ser la causa de que se cambie una política que está bien orientada.
En su corta vida IMDEA se coloca entre las instituciones dedicadas a la I+D+i más eficaces del país. Por ello, les pido a los responsables madrileños que sigan apoyando el proyecto, que sigan haciendo todo lo posible para que, de estar entre "las más", IMDEA pase a ser la "primera", para conseguir que los ocho Institutos Madrileños de Estudios Avanzados sean dentro de muy poco una marca de calidad científica reconocida a nivel mundial.
4.- ¿Cómo surgió el proyecto IMDEA y cómo se implicó Vd. en él?
IMDEA es el resultado de una idea del primer Gobierno de Esperanza Aguirre. Supongo que se pensó en dar un paso hacia la excelencia desde la gran actividad científica que se desarrolla en la Comunidad de Madrid. IMDEA sería un instrumento de la sociedad madrileña dirigido a fomentar el rigor y la creatividad de la ciencia y la tecnología en nuestra Comunidad.
El objetivo de los ocho institutos IMDEA es ayudar al sistema de I+D+i de Madrid a dar el salto cualitativo para convertirse en una región líder en la generación de "Conocimiento", para hacer de la ciencia y la tecnología el principal soporte del bienestar y la competitividad de Madrid. Y no sólo de Madrid, pues creo que España podrá salir de la crisis actual sólo si es capaz de hacer suyo un modelo de crecimiento basado en: ciencia y tecnología de vanguardia apoyada en una estructura moderna, dinámica y flexible.
Respecto a la segunda parte de la pregunta, no podía renunciar al reto de sacar adelante un proyecto para hacer ciencia de la manera que entiendo que debe hacerse. Tuve el honor de ser llamado para sacar adelante este proyecto seguramente por mi actividad investigadora en el área, aunque muchos otros investigadores madrileños tienen méritos mayores para tal encargo. También tengo una cierta experiencia en gestionar investigación, aunque también hay otros compañeros con dilatada experiencia en estos temas. Se trata de un proyecto muy atractivo en el que trabajamos con gran entusiasmo.
5.- ¿Por qué cree que IMDEA es diferente a otras instituciones dedicadas a la ciencia en la Comunidad de Madrid? ¿Qué le hace ser distinto?
Creo que es diferente porque es el resultado de un largo estudio en el que se adaptaron a la realidad madrileña los modelos de los mejores centros de investigación del mundo, sin partir de estructuras ya existentes en los que el cambio siempre es costoso por la inercia que genera el tiempo.
IMDEA combina la flexibilidad propia de la gestión privada con el rigor y el control que se le exige a una institución que recibe fondos públicos y privados. Independencia, libertad, no intervención o ingerencia, flexibilidad, agilidad, "transversalidad", responsabilidad y relevancia social, participación y colaboración de todos, eficiencia, rendición de cuentas, resultados evaluados por pares, calidad. definen al Instituto Madrileño de Estudios Avanzados.
6.- ¿Cuáles son los objetivos de IMDEA Agua?
Aparte de los objetivos genéricos tales como fomentar la colaboración entre los mejores científicos de cada tema, sea cual sea su origen, y el mundo empresarial o apoyar la incorporación de jóvenes al mundo de la investigación contribuyendo a su formación, los objetivos específicos vinculados al tema del agua son muy amplios pero se podrían resumir en contribuir a la gestión eficiente de una sustancia fundamental para la vida. Alcanzar ese objetivo requiere la participación de la mayoría de las ciencias experimentales e ingenierías, las ciencias jurídicas y sociales y, también, las humanidades.
Las actividades de investigación de IMDEA Agua son muy diversas y uno de los retos que afrontamos es generar vínculos y sinergias entre ellas. Como ejemplo de investigación en desarrollo tecnológico podemos destacar un proyecto en el que colaboramos con nuestros compañeros de IMDEA Energía y una empresa de base tecnológica para desarrollar una alternativa a las membranas en la potabilización de agua. La desionización capacitiva, que así se denomina la tecnología, supondrá un enorme ahorro energético respecto a las tecnologías convencionales.
Otra línea tiene que ver con lo que los americanos denominan "gestión de contaminantes de preocupación emergente": fármacos, productos de cuidado personal, comerciales e industriales, que además de analizar, estudiamos para comprobar su impacto medioambiental y la mejor forma de eliminarlos.
Como ejemplo de actividades de aplicación práctica inmediata, estamos desarrollando un proceso que permitirá reciclar el agua utilizada para el manejo de bentonitas en obra civil y que facilitará la actividad a unas cuantas empresas del sector. Además, trabajamos en la optimización del uso de agua para riego, especialmente agua regenerada, o en aspectos socioeconómicos de la gestión.
Estos son algunos ejemplos que se irán ampliando cada año, según vayamos creciendo con el tiempo.
7.- Algo en lo que se ha hecho hincapié cada vez que se habla de IMDEA es en los aspectos positivos del modelo escogido, en el que la colaboración entre la Administración, los centros privados dedicados a la investigación y las empresas es fundamental. ¿Podría destacar algunos de estos aspectos positivos?
Con IMDEA se ha creado un sistema de I+D+i en el que existen claras sinergias: los beneficios finales superan la suma de los resultados de las partes, porque cada "agente" hace aquello para lo que mejor preparado está. El científico, escogido entre los mejores del mundo por un comité científico que evalúa su trayectoria profesional, se dedica a investigar. La empresa, se implica desde el primer momento en el proceso de hacer ciencia: transmite lo que la sociedad necesita, financia la investigación, y obtiene una clara ventaja competitiva en el mercado, al adelantarse a sus competidores. La Administración crea el marco legal adecuado, sin interferir en la marcha diaria de cada centro, controlando sólo los resultados, comprobando que IMDEA cumple con su función de hacer ciencia y tecnología al servicio de la sociedad.
Si me permiten la metáfora, en definitiva es como si IMDEA hubiese copiado la forma de trabajar de los estudios de los antiguos maestros de la pintura, en los que cada uno se centraba en una parte del cuadro. Así, el maestro trazaba las grandes líneas del lienzo y las partes más complicadas, por ejemplo, los rostros, mientras que sus aprendices y otros miembros del taller se especializaban, uno en los fondos de paisaje, otro en el cielo, el de más allá en el dibujo de espacios cerrados, y así, hasta completar un gran cuadro con la marca inequívoca del maestro "enriquecida" con el trabajo más o menos anónimo de todos los miembros del taller.
Escogiendo lo mejor de cada modelo y evitando lo peor, IMDEA intenta maximizar los resultados de la ciencia, algo que la sociedad necesita.
