Entrevista a Francisco Javier de la Mata, catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de Alcalá y coordinador del grupo de investigación "Nanosistemas dendríticos para aplicaciones biomédicas" (Bionanoden)
Preséntenos su investigación
Nuestra línea de investigación, que llevamos a cabo en la Universidad de Alcalá, se centra en el desarrollo de sistemas de tamaño nanoscópico para su aplicación en biomedicina. En particular utilizamos la síntesis química y la nanotecnología, para preparar sistemas dendríticos, nanopartículas dendronizadas u otros tipos de nanomateriales para usos biomédicos, entre los que destacan su utilización como agentes antimicrobianos, antibacterianos o antivirales, agentes antitumorales o como sistemas transportadores de fármacos o con actividad antioxidante para su aplicación en cosmética.
¿De qué manera contribuye su investigación a afrontar los desafíos de la sociedad?
Nuestra investigación trata de afrontar los desafíos de la sociedad desde el desarrollo de nuevas aproximaciones terapéuticas a problemas de salud global, basándonos en la síntesis de nuevos productos con el apoyo de la nanotecnología y desde un enfoque multidisciplinar en el que planteamos colaboraciones con expertos de las áreas de biología, medicina, farmacia, etc., tanto a nivel nacional como internacional.
¿Cómo hacer llegar a la sociedad en trabajo de los científicos y las científicas?
Esta es una pregunta muy importante porque en mi opinión el trabajo de un investigador no es solo realizar una ciencia de excelencia y difundirla a través de publicaciones científicas de alto impacto o en ponencias de congresos nacionales e internacionales, sino que tiene que ser capaz de divulgar sus avances a la sociedad, de forma que ésta sea capaz de asimilar este desarrollo científico y tecnológico. La forma de hacerlo puede ser muy variada, yo apostaría por la participación en eventos divulgativos como los que se organizan desde nuestras instituciones, la Semana de la Ciencia, la Noche de los Investigadores, etc., pero también sería necesario, por ejemplo, acercarse a los colegios e institutos y por supuesto, en la actualidad, es imprescindible el uso de las redes sociales para llegar a un público más amplio. Además de estos canales que suelen ser los más habituales, yo apostaría por la publicación de los resultados de investigación en revistas divulgativas, mediante la utilización de un lenguaje accesible al gran público y en la búsqueda de formas alternativas, por ejemplo, iniciativas que tratan de fomentar la divulgación científica a través del humor o de los medios de comunicación.
¿Qué retos se plantea alcanzar con si investigación en un futuro?
Los retos que nos planteamos en nuestra investigación tienen como objetivo seguir avanzando en acercarnos a la posible aplicación clínica de los compuestos que desarrollamos en el laboratorio. No es una tarea fácil porque existe una brecha importante para llevar a cabo este proceso de transferencia y requiere de la colaboración de empresas y expertos clínicos que puedan contribuir a llevar a cabo este proceso, y no me refiero solo a una colaboración económica, sino también de intercambio de conocimientos y trabajo en común para poder superar esa casi inabordable barrera. Por otro lado, y como grupo universitario, nos proponemos seguir trabajando en la formación de investigadores, de forma que estos se desarrollen en un entorno de trabajo multidisciplinar que les permita afrontar un futuro profesional en el ámbito de la investigación en el sector público o privado.
“Nosotros hemos tratado de trabajar desde hace muchos años en la transferencia de conocimiento, para intentar acercar nuestros resultados a la sociedad tanto a nivel de divulgación como a nivel de explotación industrial, por lo que nos hemos aplicado intensamente en la solicitud de patentes, algunas de las cuales nos sirvieron para llevar a cabo la creación de empresas de base tecnológica o licenciarlas a otras empresas”
Nosotros hemos tratado de trabajar desde hace muchos años en la transferencia de conocimiento, para intentar acercar nuestros resultados a la sociedad tanto a nivel de divulgación como a nivel de explotación industrial, por lo que nos hemos aplicado intensamente en la solicitud de patentes, algunas de las cuales nos sirvieron para llevar a cabo la creación de empresas de base tecnológica o licenciarlas a otras empresas. Nuestro reto ahora sigue siendo trabajar en este campo y buscar esa colaboración público-privada que nos ayude a elevar nuestros resultados a un mayor nivel de aplicabilidad. Al mismo tiempo estamos tratando de buscar nuevas aplicaciones a los compuestos que sintetizamos en nuestros laboratorios, por ejemplo, en estos momentos estamos interesados en explorar su posible uso en el sector cosmético.
¿Qué papel ha desempeñado la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de su universidad en el desarrollo de su patente y creación de su empresa de base tecnológica (EBT)?
En nuestro caso, la OTRI de la Universidad de Alcalá siempre nos apoyó en la medida de sus posibilidades. Nos ayudaron a proteger la propiedad industrial de nuestros resultados bajo patente y también a la hora de realizar todos los trámites en el proceso de creación de una empresa de base tecnológica. No obstante, las OTRI de nuestras universidades tienen unos recursos muy limitados y no pueden acceder a otras prestaciones que serían muy importantes, como sería un servicio profesional de ayuda a la elaboración de patentes, una búsqueda más activa de socios empresariales para explotar los resultados de investigación, etc.
Nosotros estamos muy agradecidos a nuestra OTRI por sus esfuerzos para apoyarnos en nuestra labor de transferencia de tecnología, valoramos muy positivamente su labor, pero creo que para poder dar la ayuda que realmente necesitan los investigadores habría que dotar de más recursos a las OTRI universitarias, no solo para proteger de una forma más robusta y mejor los resultados de nuestras patentes, mediante la intervención de personal profesional experto en propiedad industrial, sino como para acompañar y apoyar posteriormente el proceso de licencia de esta propiedad industrial a socios privados que pudieran explotarla comercialmente.
Ya sé que me dirá, como buen investigador, que la ciencia no tiene fronteras, ni nacionalidad… pero no por ello deja de ser cierto que la ciencia la hacen personas concretas en lugares determinados. Muchos de ustedes han recibido fondos públicos, becas, presupuestos para desarrollar su carrera. Permítanme hacer esta pregunta, ¿cómo avanza Madrid cuando avanza la ciencia en Madrid?
En mi opinión el desarrollo económico, social y personal de una región o país está íntimamente ligado a su desarrollo científico, tecnológico y cultural. Es cierto que la ciencia no tiene fronteras, ni nacionalidad, pero no es menos cierto que cuánto más invierte un país o región en investigación y desarrollo mayor nivel de vida y de satisfacción de sus ciudadanos tiene. Evidentemente, esto es totalmente aplicable a Madrid, es decir, cuanto mejor sea la Ciencia en Madrid, mayor será el avance de Madrid como región en todos los sentidos. Como madrileño e investigador de una universidad pública madrileña le pediría a los responsables políticos que tengan esto muy en cuenta y que cuiden a la ciencia madrileña y las personas que la desarrollan.
En Madrid están muchos de los mejores centros de investigación españoles y eso supone que Madrid es una región científica y tecnológicamente puntera en España y en Europa, pero eso hay que mantenerlo e impulsarlo y cuánto más capaces seamos de hacer esto mayor será la prosperidad de Madrid y todos los madrileños.
¿Alguna cuestión que quiera añadir?
Solamente querría añadir la situación sanitaria tan problemática que hemos padecido en el mundo entero, ha hecho que la sociedad tome conciencia de lo importante que es la investigación y la labor de los investigadores, que es lo que realmente nos está ayudando y nos hará superar estos terribles momentos. No podemos perder este interés y debemos mostrarle a la sociedad que nuestras instituciones apoyan y realmente sienten la ciencia como un elemento esencial en nuestra sociedad, si no se hace ahora perderemos muchos años de trabajo intenso. La investigación y la formación de los investigadores no se puede improvisar, no aparece de repente, debe ser algo que ha de ser cultivado y entendido como un elemento esencial en nuestra sociedad y para nuestros ciudadanos.
