El ‘Encuentro en torno al conocimiento y la creatividad ante los grandes retos globales’ del próximo martes contará con la participación del Premio Fermina Orduña 2019 a la Innovación Tecnológica, Pedro Guillén
¿Qué le sugiere la frase: “Todo país que no investiga se empobrece”?
Todo país que no investiga se empobrece, toda sociedad que no investiga se empobrece. Todo hospital que no investiga se empobrece y el primer signo de la pobreza es la enfermedad. Ahí tiene usted al virus. ¿Por qué ha venido el virus? Por pobreza investigadora. ¿Y quién lo ha vencido? La hazaña investigadora de la vacuna. Es una hazaña médica enorme.
A la medicina le hace falta que la investigación pase a la práctica. Este es un paso muy difícil. Hoy no llegan a la práctica más del 5% de los grandes trabajos. El 95% se queda en el camino.
¿Qué ha ocurrido con la vacuna de ahora? ¿Quién la ha hecho? La han hecho Estados Unidos, China y Rusia. Estamos como aquellos que decían “que inviertan ellos” ¿A usted no le da pena de que el investigador se tenga que ir fuera de su pueblo? La culpa no es suya, es de la sociedad. Aquel país que investigue va a salir pronto de cualquier plaga.
El mayor reto es devolver al enfermo las capacidades que le ha secuestrado la enfermedad. La enfermedad secuestra la vida normal del paciente
¿En su opinión, cuál ha sido la hazaña científica más importante de la humanidad?
Vuelvo a hacer un alegato a favor de la investigación. ¿Hoy seguiríamos sin bajarnos del árbol aquel o metidos en la cueva si el ser humano no hubiera salido y hubiera corrido? Yo, como homínido, me opongo a continuar en la cueva. El ser humano se ha movido y ha llegado donde estamos, y esos son los avances. Le voy a dar un dato: La hazaña científica más grande de la humanidad en Occidente ha ocurrido en el siglo XX. El día 1 del siglo XX, la vida media de los europeos era de 50 años. En el año 1983 era de 75 años. Es decir, que en menos de un siglo ha aumentado el 50 por ciento la edad que vive una persona. Eso es una hazaña. Y esta hazaña se habrá conseguido por el antibiótico, la asepsia, la tecnología, los buenos alimentos, el aire puro, la calefacción, etc. Pero todo eso contribuyó a que la vida del hombre pasara de 50 a 75 años. Del año 83 hasta hoy no se ha aumentado tanto. Estamos en tres o cuatro años más. Por lo tanto, aquello sí que fue una gran hazaña.
¿Qué es lo más gratificante de dedicarse a la salud?
La mirada agradecida de un enfermo que se cura, no es comparable con nada. Yo lo he vivido y lo vivo. Una mirada que no sé como expresarla, no sé que decir de ella, porque no tiene parangón describir lo que siente él y tú, sin decir nada más que adiós, le das la mano. Pero ese es un momento muy crucial para un médico.
¿Qué retos tiene planteados la medicina?
El mayor reto es devolver al enfermo las capacidades que le ha secuestrado la enfermedad. La enfermedad secuestra la vida normal del paciente. Pero si tú la buscas, se la devuelves. Es decir, yo tengo una rotura de algo y no puedo andar, se me ha secuestrado la capacidad de relacionarme. Cuando ese secuestro de tu vida normal lo ha realizado una enfermedad, devolvértelo es uno de los retos más importantes que tiene el médico. Y para eso tiene que luchar y estudiar, porque significa un bien enorme para la humanidad.
¿Hacia dónde se dirige la medicina del futuro? ¿Cómo contribuirá a afrontar los grandes retos de la Humanidad?
A mi entender, la medicina va a reconducir la célula dañada. La diabetes se debe a que una célula no produce una sustancia determinada y, al no producirla, la persona tiene un problema con la glucosa y hay que darle insulina. El reto no es estar toda la vida con insulina, toda la vida con régimen, toda la vida caminando. El reto está en reconducir esa célula para que produzca la sustancia de la cual carece. Ese es el reto de la medicina, hacer de la célula un medicamento. Visto así, la célula es una oportunidad terapéutica. Y hablo de la diabetes, como del Alzheimer o de cualquier otra enfermedad. Yo sé que el tejido está dañado, eso se sabe hoy y puede verse en una en un corte histológico. Y hay que reconducir esa célula. Cuando yo empecé, la tuberculosis era muy difícil de tratar. Hoy nadie habla de tuberculosis, hay niños que ni saben lo que es. Y hubo centros para tratar esta enfermedad en todos los países. Y hoy no es nada. Ni la polio. Dentro de poco es posible que mis nietos no sepan ni lo que es el cáncer porque se habrá vencido. Es decir, yo quiero cantar bien alto el final de las enfermedades. Y el final será reconducir la célula a sus límites normales para que deje de ser ofensiva. En resumen, la célula es un medicamento y existe la posibilidad de reconducirla para curar la enfermedad.
En su carrera profesional ha recibido multitud de premios, pero ¿qué significó para usted el Premio Fermina Orduña a la Innovación Tecnológica 2019 por su trayectoria profesional?
El premio Fermina Orduña me ha llenado de ilusión, y más cuando empiezo a conocer un poco su vida. Fue una innovadora. El premio me alegró muchísimo, porque estas cosas ni se piden ni se solicitan, sino que lo propone un grupo que cree en ti. Y yo no soy de aquí, he nacido en Murcia, aunque me siento muy madrileño. Llevo más años viviendo en Madrid y por Madrid haría cualquier cosa, como por mi tierra, sin dudarlo.
Pedro Guillén estará presente, junto a otros investigadores premiados por la Comunidad de Madrid en el ‘Encuentro en torno al conocimiento y la creatividad ante los grandes retos globales’ que tendrá lugar el próximo martes 2 de noviembre a las 19 horas en el Instituto Cervantes en el marco de la XXI Semana de la Ciencia y la Innovación de Madrid. Si estás interesado en acudir, puedes inscribirte en el siguiente enlace: https://www.madrimasd.org/encuentro-en-torno-conocimiento-creatividad-ante-los-grandes-retos-globales