El científico Constantin Fahlberg descubrió la sacarina de forma accidental. Y se hizo rico patentando cómo sintetizarla
Según cuentan, un día de 1877 Fahlberg se sentó a cenar después de un largo día de trabajo. Mientras comía notó un sabor dulce en la boca y dedujo que la fuente de ese dulzor debía venir de un compuesto que horas antes se le había derramado en las manos.
Fahlberg consiguió idenfiticar el compuesto y patentó un método para sintetizarlo que le reportaría en los siguientes años pingües beneficios. Nacía así la sacarina, la primera alternativa sintética al azúcar y cuyo uso sigue muy extendido, a pesar de haber pasado más de 140 años desde su curioso descubrimiento.