La presencia de microorganismos adaptados a condiciones extremas hace que el agua de Lake Hillier adopte un llamativo color
Localizado en una isla del archipiélago de Recherche, en la costa oeste australiana, Lake Hillier se caracteriza por tener unas aguas extremadamente saladas y de color rosa claro. Debido a esas condiciones, en el lago no hay peces ni otras especies animales.
Un análisis de secuenciación de fragmentos de ADN de sus aguas hace unos años concluyó que este color se debe a la presencia de algas y bacterias adaptadas a las condiciones de extrema salinidad que caracterizan el lugar.
Os dejamos aquí un vídeo para que lo disfrutéis en todo su esplendor:
Foto de portada: Viaggio Routard.