Las nuevas tecnologías se alían a la investigación para intentar descifrar el complejo código del sentido del olfato
El estudio de la biología del olfato ha sido tradicionalmente un enigma debido a la complejidad de cómo percibimos los olores. En este reportaje publicado recientemente en la revista Nature se nos cuenta cómo algunos científicos están empleando inteligencia artificial para desentrañar el complicado código detrás del sentido del olfato.
Un dilema fundamental es que la estructura química de una molécula no proporciona necesariamente información sobre su olor. Moleculas similares pueden tener olores diferentes y viceversa. Además, el número de receptores involucrados en la detección de olores en los humanos es muy superior a los de otros sentidos, lo que añade una capa más de complejidad.
Gracias a la inteligencia artificial, hoy podemos combinar capacidades olfativas biológicas con tecnologías digitales para mejorar la detección de olores. Aunque quedan todavía muchas dudas sobre Y a medida que se avanza en la investigación, persisten preguntas sobre cómo se organiza la información del olfato en el cerebro y cómo se genera la percepción de un olor específico.