En 2019, los agricultores neerlandeses se enfrentaron al gobierno por regulaciones ambientales. ¿Qué podemos aprender de aquel episodio?
Países Bajos es una potencia agrícola en Europa. También es uno de los países que más genera residuos de nitrógeno, compuestos derivados de los fertilizantes y de los excrementos del ganado que contaminan ríos y otras vías de agua. En 2019 el gobierno intentó poner cartas en el asunto, pero una combinación de mala comunicación, poca previsión y un exceso de confianza acabó desembocando en una crisis de grandes dimensiones.
Los detalles de la “crisis del nitrógeno”, como se conoce al incidente en el país, se cuentan en este reportaje publicado hace unas semanas en The Guardian, pocos días antes de las elecciones nacionales en las que se impuso el partido de ultraderecha PVV. En él se dan algunas claves que pueden ayudar a que futuras políticas que busquen la protección del medio ambiente se puedan implementar de una manera justa. También ayuda a pensar en todos los problemas que subyacen a las luchas ambientales, desde el enfrentamiento entre lo rural y lo urbano, al valor material y simbólico de la agricultura en el imaginario popular.
Foto de portada: kees torn.