Este libro proporciona una nueva aproximación a la Ciencia española hecha en y desde Madrid, entre la creación de la Institución Libre de Enseñanza y el final de la Guerra Civil
El Instituto de Estudios Madrileños lleva organizados desde 1965 más de cincuenta ciclos de conferencias que se han ido editando en forma de libros, reuniendo hasta hoy más de 750 trabajos. En particular, en 2018 empezó a programar una serie de ciclos sobre la Ciencia hecha en y desde Madrid con el título genérico de Madrid y la Ciencia. Un paseo a través de la Historia, coordinados por Francisco González de Posada y presentados por Mª Teresa Fernández Talaya, que, en 2020, llegaron a su tercera edición. El primero se centró en Los siglos XVI-XVIII, el segundo trató sobre El siglo XIX, y el tercero, que es el que nos ocupa, sobre La primera mitad del siglo XX (1900-1950).
Comienza el libro con el capítulo de Eduardo Huertas Vázquez dedicado a la Institución Libre de Enseñanza (ILE) como prólogo al proceso de modernización y convergencia europea que comenzará tras el desastre del 98, en gran medida animado e inspirado en la apuesta por la ciencia y la educación libres y universales que propugnó la Institución desde su creación en 1876 como consecuencia de la “Segunda cuestión universitaria”. A lo largo del capítulo se analiza la importancia bien conocida del krausismo como motor del espíritu de la ILE.
La ILE se constituye, en el segundo capítulo de Francisco A. González Redondo, en el punto de partida necesario, por su obra y, sobre todo, por su espíritu, para la Edad de Plata de Ciencia española, articulada en torno a cuatro generaciones, las de [18]76, [18]98, [19]14 y [19]27, y la entidad inspirada por la ILE que protagonizará el reencuentro con la Ciencia internacional tras siglos de decadencia: la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE).
Una de las apuestas más exitosas de la JAE fue la creación del Laboratorio de Investigaciones Físicas (LIF) en 1910 y la elección del físico canario Blas Cabrera Felipe como su director. A ambos está dedicado el capítulo de Rosario E. Fernández Terán, quien nos ilustra sobre las tareas docentes, la labor investigadora y las publicaciones científicas realizadas en el Laboratorio que animaron a que la Fundación Rockefeller financiase la construcción y dotación del Instituto Nacional de Física y Química (INFQ).
El cuarto capítulo se dedica al también físico Julio Palacios por parte del que fuera su último discípulo, Albino Arenas Gómez. Más en concreto, se describen las actividades llevadas a cabo por Palacios, primero en el LIF y después en el INFQ, su complicada situación en el Madrid sitiado de la Guerra Civil y su influencia en la física española, de la que se convirtió en la figura de referencia tras la contienda, aunque fuese desde su semi-exilio en Lisboa, consentido por el Régimen.
Tras el desastre del 98 se produjo un proceso de modernización inspirado en la apuesta por la ciencia y la educación propugnada por la Institución Libre de Enseñanza
Cambia de ámbito científico el libro con el quinto capítulo, dedicado por Javier Sanz Serrula a tratar la que considera una especialidad médica singular en la España de la primera mitad del siglo XX, la Odontología, singularidad que se estudia desde la perspectiva del papel jugado (y los conflictos vividos) por sus protagonistas, (especialmente Florestán Aguilar y Bernardino Landete), y por los procesos de institucionalización universitaria de la disciplina.
Mª Teresa Fernández Talaya se ocupa en el sexto capítulo del acceso de la mujer a la Ciencia, personalizando el complicado proceso en un ejemplo paradigmático: la figura de María Sklodowska Curie, sobre la que, después de dar a conocer los aspectos esenciales de su biografía personal y científica, se destacan sus presencias en Madrid en abril de 1919, invitada por Florestán Aguilar al I Congreso Nacional de Medicina; en abril de 1931, invitada por Blas Cabrera a dar conferencias en la Residencia de Estudiantes y para la Sociedad Española de Física y Química; y en mayo de 1933 para presidir una reunión de la Comisión Internacional de Cooperación Intelectual, de nuevo en la Residencia de Estudiantes.
El tránsito de una “edad de plata” a otra “edad del plomo” como consecuencia de la guerra civil es el tema que trata Antonio González Bueno en el séptimo capítulo, dedicado a analizar el desarrollo de los estudios de Botánica realizados en y desde las instituciones radicadas en Madrid a lo largo de la primera mitad del siglo XX, comparando las rupturas y continuidades personales e institucionales antes y después de 1939, desde la perspectiva de los enfoques, valores y prioridades, respectivamente, de la Junta para Ampliación de Estudios y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Las consecuencias que tuvo la guerra civil en la que puede considerarse una de las “escuelas” científicas más sólidas de la Edad de Plata, la constituida en el LIF y el INFQ, se detallan en el octavo capítulo de Francisco González de Posada, en el que, partiendo de la situación y sus logros durante el primer tercio del siglo XX, se exponen las tensiones personales, los encuentros y desencuentros y la dispersión de los físicos y químicos Blas Cabrera, Julio Palacios, Ángel del Campo, Enrique Moles, Tomás Batuecas, Miguel Catalán y Arturo Duperier como consecuencia del conflicto.
El libro termina con el capítulo dedicado por José Luis Peset Reig a la reconstrucción de la Ciencia española tras la tragedia de la guerra civil desde la perspectiva del CSIC en tanto que institución que se construyó sobre las cenizas de la JAE, describiendo los principales centros de investigación, las líneas de investigación más destacadas, las nuevas revistas creadas y prestando especial atención a la figura de su promotor: José Mª Albareda.
En su conjunto, el libro presenta un amplio abanico de aportaciones que recogen aspectos bien distintos de la época considerada, incluyendo desde valoraciones críticas de conjunto hasta datos y anécdotas inéditas de un capítulo de la historia de nuestra ciencia que merece ser mucho mejor conocido y recordado.
Datos de la publicación
Francisco González de Posada (coord.). Instituto de Estudios Madrileños, Madrid 2021. 303 páginas