El congreso "Bymat", que se celebró los días 7, 8 y 9 de mayo, reunió a 180 estudiantes de este campo de varios lugares del mundo.
Las matemáticas encontraron un lugar en el que refugiarse de las primaverales lluvias de mayo. Esta semana -los días 7, 8 y 9-, cinco jóvenes consiguieron reunir, en el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), en Madrid, a 180 estudiantes de máster y doctorado relacionados con el ámbito de las matemáticas. ¿El objetivo? Compartir experiencias y brindarse esa difícil primera oportunidad para presentar sus ideas.
La primera edición de congreso Bymat (Bringing Young Mathematicians Together), es el resultado de una idea; la de cuatro jóvenes matemáticos y un físico que tenían ganas de encontrar un lugar en el que hacer contactos con sus iguales. "Pasé un trimestre en París y allí había un café donde conocer a tus compañeros", explica Ángela Capel, una de las organizadoras del evento. Tras hablar con algunos de sus amigos, todavía estudiantes, decidieron dar el paso y organizar este congreso, algo que "todos ya habían pensado alguna vez".
Una de las decisiones más importantes que tuvieron que tomar sus organizadores fue la de hacer del inglés el idioma oficial de las conferencias. "Por un lado queríamos que pudieran acudir personas de todo el mundo, y por otro que los jóvenes matemáticos tuvieran la oportunidad de dar una conferencia en inglés", comenta Patricia Contreras, otra de las organizadoras. Según explican sus responsables, esta conferencia ha sido la primera para muchos de sus ponentes. "Al hacerla en inglés, entre estudiantes y en un ambiente más distendido, sirve para 'soltarse' y ganar experiencia para el futuro", añade Patricia.
La concesión de becas es otro de los puntos clave para el triunfo del evento. Gracias a la colaboración de la Fundación BBVA, han sido 55 becas, tanto de transporte como de alojamiento, las otorgadas a personas que han tenido que desplazarse desde fuera de la capital. Han recibido participantes desde lugares como Brasil o la India. Patricia Contreras también agradece la labor de difusión de la Fundación. Lo que comenzó como un pequeño proyecto de estudiantes ha terminado convirtiéndose en un evento a nivel global.
LA VIDA MÁS ALLÁ
"Sinceramente no pensamos que iba a tener tanto éxito", dice Jesús Ocáriz, de igual manera organizador y añade: "Ha sido una experiencia muy formativa y es increíble porque es algo que nadie suele organizar".
Poner en valor el papel de los investigadores jóvenes es el pilar sobre el que se ha asentado las bases del congreso. "Tenemos que darnos peso a nosotros mismos", dice Ángela Capel. Los tres organizadores coinciden en que es esencial enseñar a las generaciones que les preceden todas las nuevas ideas que pueden aportar al sector. "Le estamos diciendo a la comunidad matemática que estamos aquí", comenta Patricia.
Otra de las claves es poder mostrar a los estudiantes de máster y doctorado todas las opciones que tienen una vez terminen su formación. La empresa privada o el sector de la comunicación son algunas de las vertientes que pueden elegir estos jóvenes y que muchas veces desconocen. Los tres opinan que toda esta energía juvenil aporta "frescura" al mundo de las matemáticas. "Hemos nacido en una época distinta y podemos ser un puente para introducir nuevos pensamientos", dice Ángela, lo que reafirma Jesús: "Tenemos una visión más activa y otra manera de comunicar las cosas".
"Aunque la gente no nos tome en serio, eso nos motiva a trabajar más", comenta Patricia Contreras. La juventud de estos "investigadores junior" a veces supone un impedimento que intentan solventar. "También es importante que trabajemos con las personas que tienen más experiencia, nos necesitamos mutuamente", dice Jesús Ocáriz. Ese "diálogo entre generaciones" es esencial para el futuro de estos jóvenes.
CONTRA EL ESTEREOTIPO
Otra de las batallas por las que luchan cada día es la inclusión de las mujeres en las matemáticas y la ciencia. "Ahora en las aulas hay equidad, pero según vas avanzando en el campo de la investigación las mujeres se encuentran con el techo de cristal", apunta Ángela. Aunque se están tomando medidas para solventar esta grave contrariedad, los organizadores de "Bymat" consideran que "claramente todavía hay un problema". "Muchas científicas están ahí pero luego no llegan a los niveles más altos y eso claramente tiene que cambiar", comenta Jesús.
Eventos como los que se organizan en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, tales como que investigadoras y científicas visiten colegios e institutos para contar sus experiencias a los estudiantes, sirven para motivar a las chicas más jóvenes a hacer de la ciencia su futuro. "Hay que cambiar el estereotipo que dice que las mujeres no hacemos ciencia", dice Patricia. También, considera que es muy importante dar confianza a las chicas más jóvenes para que se atrevan a dar el paso: "Necesitamos seguridad para lanzarnos a hacer cosas, yo muchas veces pienso que me voy a quedar por el camino, y no tiene por qué ser necesariamente así".
Ángela Capel dice que por ahora no ha sufrido discriminación por ser mujer y espera que su género "no influya" a lo largo de su carrera, aunque es consciente de que todavía les queda mucho por hacer. Por otro lado, Patricia Contreras sabe que puede tener obstáculos a lo largo de su camino: "Sé que seguramente encuentre algún impedimento, pero cada vez hablamos más del tema y yo y todos podemos ser la solución del futuro", concluye.