Verter los restos de poda o los residuos del proceso de elaboración de la cerveza en el agua permite eliminar los nitratos de las aguas de ríos y mares
El equipo de investigadores del Urban River Lab, un laboratorio al aire libre construido en 2014 en la depuradora de Montornès del Vallès (Barcelona) del que forman parte el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), la Universidad de Barcelona, el Consorcio Besòs-Tordera, Naturalea y el Ayuntamiento de Montornès, ha estimado que con el método de verter los residuos de la cerveza o los restos de la poda se podría eliminar el 40 % de los nitratos que se escapa de las depuradoras.
Los ríos mediterráneos no son capaces de diluir los nitratos que les llegan desde las plantas depuradoras aunque éstas cumplan con la legislación europea porque no llevan suficiente agua, han informado los científicos del citado laboratorio en un comunicado.
De hecho, en verano, algunos ríos están completamente secos y el agua que contienen procede en su totalidad de los efluentes de las depuradoras, han precisado.
Las depuradoras eliminan gran parte de los contaminantes del agua, como el fósforo, el nitrógeno y la materia orgánica, procedentes de las aguas fecales, pero no por completo.
En ríos poco caudalosos, esta fuente de nutrientes extras, junto con los fertilizantes usados en agricultura, da lugar al exceso de nitratos que padecemos en España.
Este fenómeno, denominado eutrofización, provoca la proliferación de microalgas y da un color verde característico a las aguas de lagos, ríos y mares, y desencadena una fuerte disminución del oxígeno del agua, que es necesario para la vida acuática.
Ahora, el equipo de investigadores del Urban River Lab ha confirmado que dejando en el agua los restos orgánicos de la poda de las plantas acuáticas en los sistemas de depuración natural de las depuradoras o bien vertiendo un residuo de la elaboración de la cerveza que las cerveceras tiran, se incrementa hasta un 40 % las tasas de desnitrificación bacteriana, la principal responsable de eliminar los nitratos del agua en el medio natural.
Estos datos se han obtenido a través de un experimento hecho en el laboratorio, pero los investigadores consideran que los resultados preliminares sugieren que los porcentajes de reducción de los nitratos se podrían duplicar.
El responsable técnico del Urban River Lab en el CEAB-CSIC y autor principal del estudio, Miquel Ribot, ha explicado que "lo mejor de este método es que es muy fácil de aplicar y tiene un coste muy reducido, además de ser limpio y sostenible".
"La mejor opción -ha añadido- es que cuando los jardineros poden las plantas que algunas depuradoras tienen en las mismas lagunas de depuración no se lleven enseguida los restos orgánicos, sino que los dejen unos días en el agua".
Según este investigador, estos restos aportan al agua el ingrediente que falta de la receta para que se incremente la desnitrificación microbiana.
"Los microorganismos necesitan un carbono de buena calidad para eliminar los nitratos del agua, pero las depuradoras lo eliminan. Al dejar esta materia orgánica en el agua estamos aportando un carbono de muy buena calidad que hace que se disparen las tasas de desnitrificación naturales del río", ha indicado.
Este método ya se está empezando a usar de forma experimental en parques urbanos de la demarcación de Barcelona donde hay balsas y lagunas, ha anunciado el director técnico de Naturalea, Albert Sorolla, también miembro del equipo que ha llevado a cabo el estudio.
Los autores han asegurado que el método es aplicable también a los ríos usando bioingeniería, y la solución pasa por modificar tramos de ríos con el fin de potenciar la capacidad de autodepuración natural de los ríos.
