Ahora mismo hay cientos de experimentos que intenta encontrar tratamientos para la Covid-19 en todo el mundo. Los investigadores lanzan diariamente cientos de estudios y revisiones para intentar entender primero, y prever o desarmar luego a este nuevo coronavirus. A este ánimo se suma el grupo de investigación de la Universidad de San Diego en California en colaboración con otros investigadores de la Universidad de Boston que pretenden engañar al virus con nanoesponjas celulares.
Hasta el momento, los equipos dirigidos por Liangfang Zhang y Anthony Griffiths han publicado en “Nanoletters” un enfoque único que podría evitar que el SARS-CoV-2 infecte a las células humanas. El primer trabajo de los investigadores ha sido desarrollar dos tipos de nanoesponjas celulares, unas nanopartículas poliméricas que se cubren con membranas de uno de los dos tipos de célula que se suelen infectar con coronavirus: células epiteliales pulmonares y macrófagos (tipo de glóbulo blanco que rodea los microorganismos y los destruye).
La idea de la investigación es que estas nanoesponjas se unan al SARS-CoV-2 antes de que entre en contacto con las células humanas. Las superficies de estas nanopartículas tienen exactamente los mismos receptores y proteínas a las que “normalmente se uniría el virus”, son, según la publicación, una especie de “señuelos celulares que al imitar células humanas, ofrecen sitios de unión alternativas al Covid-19″.
La clave de la investigación es que al desplegar muchas nanoesponjas, pueden rodear el virus, absorbiéndolo antes de que encuentre una célula sana huésped. Al evitar que entren en contacto, el SARS-CoV-2 no puede replicarse “y se neutraliza”, con lo que la infección no se extiende al resto del cuerpo del paciente.
De momento la investigación ha sido probada en modelos de ratón con una exposición de 3 días a ambos tipos de nanoesponja sin dañar los pulmones de los animales. Los efectos tóxicos a corto plazo se han descartado porque el tratamiento no altera los marcadores sanguíneos y los recuentos de plaquetas, glóbulos rojos y glóbulos blancos. Después el tratamiento fue probado in vitro con células infectadas de mono, reduciendo la efectividad del contagio con el máximo resultado de una reducción del 90% en comparación con los cultivos no tratados.
Aunque la investigación parezca prometedora, porque las nanoesponjas son fáciles de fabricar y son “insensibles a las mutaciones virales y potencialmente aplicables a otros tipos de coronavirus”, según los investigadores, ahora el equipo tendrá que probar su eficacia en modelos de animales apropiados y después vendrán las pruebas en humanos.
