El catedrático de Biología Celular, Rafael Álvarez Nogal ideó el modelo a raíz de dos investigaciones sobre memoria escrita de los fondos papirológicos nacionales.
Rafael Álvarez Nogal, catedrático del Área de Biología Celular de la Universidad de León (ULE) (España), ha concluido recientemente un proyecto de investigación sobre 'La memoria escrita: estudio integral de los fondos papirológicos nacionales' y en la actualidad está inmerso en otra investigación que desarrolla en colaboración con la Universidad Pompeu Fabra y la Compañía de Jesús, sobre 'La memoria escrita: texto, materialidad y contexto de las colecciones papiráceas españolas'.
El hecho de trabajar en contacto directo con papiros egipcios le llevó a buscar la manera de idear un soporte eficaz para la sujeción de estos documentos. Así nació el modelo de utilidad patentado recientemente por la Universidad de León (ULE).
Este instrumento permite la observación y caracterización superficial de materiales inorgánicos y orgánicos, a través de la información morfológica del material analizado. A partir de él se producen distintos tipos de señal que se generan desde la muestra y "se utilizan para examinar muchas de sus características, con él se pueden observar los aspectos morfológicos de zonas microscópicas de diversos materiales, además del procesamiento y análisis de las imágenes obtenidas", explica Álvarez Nogal.
El modelo está formado por dos piezas, una superior con múltiples orificios, que ofrece la posibilidad al usuario de decidir la zona de análisis, y una inferior sin orificios sobre la que se sitúa el papiro, quedando dicha muestra acomodada entre las piezas. En este sentido, señala que los agujeros pueden ser redondos o cuadrados y que las piezas se unen mediante un sistema de sujeción como pinzas pala o clips de fijación, que proporcionan "una buena unión y facilitan el montaje y desmontaje de la misma, además de no dañar el objeto", explica Nogal, quien reconoce que el trabajo de Fin de Grado de la alumna Magdalena Brasas Alonso ha contribuido a la consecución de este logro.
Hasta ahora los papiros se podían estudiar, pero la muestra quedada dañada o destruida. Con el nuevo procedimiento, los soportes se introducen en la cámara del microscopio electrónico de barrido, donde se realiza el vacío para que un chorro de electrones incida sobre la superficie de la muestra.
"Los electrones que rebotan en la superficie metalizada son recogidos, formándose una imagen tridimensional del objeto que queremos estudiar", puntualiza Álvarez Nogal. En la cámara donde se introduce el material, existe una plataforma donde se sujetan los soportes que contienen las muestras, y desde el exterior se puede seleccionar zonas concretas, desplazando la muestra y jugando con mayor o menor número de aumentos.
La patente de Rafael Álvarez Nogal supone, sin duda, una gran aportación al estudio de los papiros, documentos extremadamente delicados y principales guardianes de la historia. En los próximos meses, el catedrático de Biología Celular concluirá el proyecto sobre las colecciones papiráceas españolas en el que participa el profesor Alberto Nodar, del Departamento de Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra, y cuyo trabajo se ha centrado en papiros de la colección de la Compañía de Jesús en Cataluña.
Los primeros resultados de esta investigación, en la que Álvarez Nogal ha contribuido con información filológica e historiográfica, verán la luz a finales de año. Hay que recordar que ambos proyectos de investigación han sido financiados por el Ministerio de Economía y Competitividad, y en la elaboración del primero sobre el estudio integral de los fondos papirológicos nacionales, el catedrático de la ULE contó con la participación de Silvia González, quien en la actualidad trabaja en el Max Planck Institute de Alemania.