El debate en torno a la Inteligencia Artificial (IA) "se enfoca mucho en el momento en que las máquinas sobrepasen a los humanos", si bien debería estar centrado "en devolver los datos a los usuarios" ya que, según el tecnólogo Pablo Rodríguez, por ahora la IA se encuentra, "probablemente, al nivel de un ratón".
Así lo ha indicado a Efe el doctor en Ciencias de la Computación y antiguo investigador en Microsoft Research y Bell Labs, quien se muestra a favor de explicar a los individuos los usos que se hacen de sus datos, con el objetivo de conseguir una mayor aceptación y que estas tecnologías "puedan llegar a convertirse en el alma de uno, acompañándole y ayudándole en su propósito de vida".
Este paradigma de futuro es el que Rodríguez plantea en su libro Inteligencia Artificial. Cómo Cambiará el Mundo (Y Tu Vida) (Ediciones Deusto), donde relata distintas experiencias relacionadas con la IA en diversos estados de desarrollo y en ámbitos como el mundo de las finanzas, la sanidad, la creación musical, la psicología o el fútbol, entre otras.
El usuario está siendo "el foco" de la regulación en materia de IA en Europa, algo que, según ha indicado Rodríguez, se ha visto reflejado en el espíritu del reciente Reglamento General de Protección de Datos.
No obstante, el experto en tecnologías de Internet insiste en que esto no se vea como un problema para innovar, sino una garantía para poder hacerlo de una manera "sostenible".
"Muchas veces nos preocupamos de que los ordenadores vayan a tener conciencia pero no nos preocupamos de perderla nosotros", ha advertido el experto y además cofundador del Data Transparency Lab (DTL), plataforma dedicada al desarrollo de software en favor de la transparencia.
REDEFINIR EL VALOR DEL TRABAJO
Rodríguez también se ha referido al impacto social que conllevará la mayor integración de la Inteligencia Artificial en distintas facetas de nuestra vida, algo que hará necesario redefinir "donde situamos el valor del trabajo, hasta ahora muy vinculado al propósito vital de las personas".
El experto en tecnologías de Internet ha asegurado que esta tecnología se implantará poco a poco en los trabajos para eliminar "determinadas tareas" pero sin llegar a solapar aquellas profesiones relativas a la empatía, el liderazgo, la creatividad o las relaciones humanas.
"Hay cosas que la Inteligencia Artificial sabe hacer muy bien, y otras para las que seguimos siendo mejores los humanos, como cuando el destinatario es otra persona", ha explicado.
NUEVA REVOLUCIÓN
Si bien esta tecnología "está ya presente" en herramientas "como los buscadores inteligentes, las aplicaciones de navegación geográfica o los ‘bots'", su mayor desarrollo supondrá una revolución "equivalente a la llegada de la electricidad".
Esta transición, según el experto, se está viendo intensificada por nuevos factores que harán que "el relevo entre tecnologías ocurra en el curso de una vida humana y ya no entre generaciones", como ocurrió en otros momentos históricos.
Las causas a las que Rodríguez ha atribuido esta nueva dinámica son la aceleración en la capacidad de computación y el acceso a una cantidad cada vez mayor de datos que está permitiendo el desarrollo de patrones de algoritmos más complejos: cada vez "se pueden hacer más cosas antes consideradas imposibles", ya que las máquinas "logran reconocer patrones que se escapan" a la capacidad humana.
En el ámbito de la psicología, por ejemplo, el libro relata aplicaciones de IA que han permitido a individuos registrar sus actividades cotidianas para detectar posibles "hábitos debilitantes, correlaciones negativas o malas influencias" en su conducta, una práctica que, como indica el autor, coincide con una de las prescripciones terapéuticas más comunes: la observación.