Fecha
Autor
Pedro Aceituno Aceituno (Profesor de Creación, Gestión y Organización de Empresas
Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA)

INNOVACEF 2012: La necesidad de recuperar el espíritu olvidado de la JAE

Las principales novedades del informe INNOVACEF 2012 es la de que en esta edición se ha obtenido el nivel más bajo en la confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España, y esta cifra va unida, a la del mayor porcentaje de estos investigadores que tienen altas posibilidades de marcharse al extranjero. No son cifras positivas, precisamente, en el primer informe tras la promulgación de la Nueva Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, tan esperada por este colectivo de jóvenes investigadores como remedio a su difícil situación profesional. En espera de disposiciones reglamentarias que mejoren estas condiciones y, con ello, la confianza de los jóvenes investigadores, sería interesante revisar algunos capítulos de nuestra historia científica, como lo que nos proporciona la actuación de la JAE en los inicios del siglo pasado, que pueden aportar las claves para solucionar estos aspectos de tanta actualidad.
La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y el Centro de Estudios Financieros (CEF), en colaboración con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios, el Colegio Oficial de Físicos y la Fundación Universidad-Empresa, han confeccionado el séptimo informe INNOVACEF, con el que como, en anteriores ediciones, se pretende contribuir a mejorar el sistema nacional de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) mediante el conocimiento de la situación de los jóvenes investigadores que trabajan en España (ES, de aquí en adelante) y su comparación con la de los científicos españoles que realizan su labor en el extranjero (EX, de aquí en adelante).

En el INNOVACEF 2012, los ES han otorgado un 40,01 por 100 al grado de confianza que les transmite el sistema nacional de I+D+i. Este valor es el menor que ha obtenido el índice en sus siete ediciones, que alcanzó su máximo en el año 2009 con un 43 por 100. Igualmente, como viene siendo tradicional, son los aspectos de organización de personal y mercados y cooperación, los que más alejados se encuentran de conseguir el aprobado. Como se puede observar, son todas ellas cifras, que se encuentran lejos del nivel de unas expectativas medias y de las que ofrecen los sistemas de I+D+i de los países extranjeros más avanzados en los que los científicos españoles efectúan su labor, como se expondrá posteriormente.

INNOVACEF 2012: La necesidad de recuperar el espíritu olvidado de la JAE

Por Comunidades Autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son, por este orden: Cataluña (45,04 por 100), Galicia (44,44 por 100) y Andalucía (41,69 por 100). Todas estas cifras superan al índice general, pero se encuentran todavía alejadas del nivel de unas expectativas medias.

En el INNOVACEF 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en el 57,67 por 100, cifra muy similar a la obtenida en el año 2011 (57,43 por 100). Dicho índice alcanzó un máximo nivel en el año 2010 con 62,77 por 100. A pesar de que en el exterior se supera de forma general el nivel de unas expectativas medias, todavía existen ciertos aspectos en los que estos sistemas de I+D+i deben mejorar. Estos aspectos, en los que el total de las expectativas favorables, no supera el 50 por 100 son los siguientes: solicitud de patentes (41 por 100), acción comercial de las instituciones de transferencia del conocimiento (35 por 100), la financiación privada (36 por 100) y la obtención de resultados sociales y medioambientales (48 por 100).

Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la Unión Europea y Estados Unidos, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 61,78 por 100, seguido de Alemania (59,67 por 100) y Reino Unido (58,28 por 100).

La diferencia que se establece entre los dos índices vuelve a ensancharse hasta los 17 puntos porcentuales desde los 16 del año anterior (41,61 por 100 de los ES frente a los 57,67 por 100 de los EX). Algunas de las diferencias más importantes se muestran a continuación:

- El 72 por 100 de los ES tiene expectativas favorables en cuanto a la publicación de sus conocimientos frente al 94 por 100 de los EX.
- Las perspectivas positivas de patentar se mantienen escasas para ambos colectivos, con un 41 por 100 para los EX y un 29 por 100 para los ES.
- El 61 por 100 de los EX considera que se conseguirán nuevos o mejorados productos/procesos de sus proyectos de I+D+i frente al 48 por 100 de los ES.
- Únicamente el 24 por 100 de los ES está recibiendo o va a recibir formación frente a un 63 por 100 de los EX.
- Por lo que respecta a la satisfacción con la carrera investigadora que se les ofrece, el 78 por 100 de los EX muestran expectativas favorables con la misma, por un 28 por 100 de los ES que manifiesta esta misma consideración.
- El 52 por 100 de los EX tiene perspectivas favorables de que se contrate personal investigador para la realización de sus proyectos de I+D+i por un 21 por 100 en el caso de los ES.
- El 82 por 100 de los EX considera que existen muchas posibilidades de que se incrementen los gastos específicamente científicos, frente a un 28 por 100 de los ES que muestran expectativas favorables, en este mismo sentido
- La acción comercial sistemática de los departamentos responsables de la transferencia del conocimiento científico en sus organizaciones no despierta gran confianza en ninguno de los dos colectivos, con un 35 por 100 en el caso de los EX y un 18 por 100 para los ES.
- Un 48 por 100 de los EX está actualmente cooperando con otros socios o colaborará próximamente en proyectos tanto multidisciplinares como unidisciplinares por un 28 por 100 de los ES.
- El 87 por 100 de los EX frente al 45 por 100 de los ES está de acuerdo con la financiación que recibe, aunque creen que sería conveniente percibir una mayor cantidad de recursos económicos en función de los objetivos conseguidos y de los que se pueden alcanzar.
- El 42 por 100 de los EX asegura que sus resultados ya han logrado mejorar la competitividad de sus organizaciones, por solamente un 32 por 100 de los ES que ya ha conseguido estas ventajas de competitividad.
- El 16 por 100 de los EX ya ha logrado la conversión de esta competitividad en beneficios económicos para su organización, por un 10 por 100 de los ES, que ya han conseguido estas importantes ganancias.

A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España. Es necesario que los desarrollos reglamentarios a realizar en la misma, contemplen unas mejores condiciones laborales para ellos. Incluso, si como parece poner de manifiesto el informe INNOVACEF de este año, no es posible contratar a muchos más desde las administraciones públicas (universidades y organismo públicos de investigación), es el momento de que las empresas apuesten por ellos. Los investigadores pueden ayudarles a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo.

En este último aspecto y por segundo año consecutivo, se ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial (Tabla I del Anexo). Tanto los ES como los EX han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares.

Destaca que el establecimiento de la nueva opción "Realización de Tesis doctorales" haya tenido un buena respuesta en ambos colectivos (5º puesto), por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico, que los científicos desde los inicios de su carrera investigadora establezcan relaciones con el mundo empresarial.

Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica, continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta importante línea de transferencia del conocimiento científico.

Tabla I. Tipos de colaboraciones con el sector empresarial

Jóvenes investigadores que trabajan en España

Porcentaje

Científicos españoles en el exterior

Porcentaje

Proyectos de investigación conjuntos

29,75%

Proyectos de investigación conjuntos

31,29%

Contratos de investigación

17,29%

Contratos de investigación

15,65%

Asistencia a congresos

13,08%

Asistencia a congresos

9,52%

Trabajos de consultoría

10,12%

Contactos informales

8,16 por 100

Realización de Tesis doctorales

8,72%

Realización de Tesis doctorales

7,48%

Contactos informales

8,57%

Trabajos de consultoría

6,80%

Estudiantes efectuando prácticas en las empresas

6,07%

Estudiantes efectuando prácticas en las empresas

4,76%

Creación de Nuevas Empresas de Base Tecnológica

5,30%

Creación de Nuevas Empresas de Base Tecnológica

3,40%

Formación de los empleados de la empresa

3,12%

Participación en redes mediante soporte electrónico

2,72%

Participación en redes mediante soporte electrónico

3,89%

Formación de los empleados de la empresa

0,68%



En relación con el balance de movilidad investigadora, el 76% de los ES, tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un incremento del 14% respecto al INNOVACEF 2011 (62%) y el porcentaje más alto, desde que se obtienen datos en este sentido (informe INNOVACEF 2010). En cambio, el porcentaje de EX que podría regresar en el espacio de temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral se reduce al 30 por 100, manteniéndose estos datos en cifras similares a las del año pasado (29%). Para estos EX, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son, por este orden: los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora.

Dados los escasos niveles de confianza en España, parece que los EX, no harán de momento una apuesta decidida por regresar, a pesar de que su grado de confianza en los sistemas en los que trabajan tampoco se ha incrementado, sino que se ha mantenido.

A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España

El conjunto de estos resultados, muestra de forma clara los problemas que tiene España en su modelo de retención y atracción del conocimiento científico. Dada esta claridad, puesta de manifiesto tanto en esta edición como en todas las anteriores y los escasos efectos que, de momento y en este sentido, está consiguiendo la Nueva Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación en el INNOVACEF 2012 se ha pretendido conocer la opinión de una serie de expertos acerca de lo que supuso la actuación de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) de Don Santiago Ramón y Cajal que, desde el año 1907 y hasta 1936, llevo a cabo un esfuerzo continuado de planificación, organización y seguimiento de las actividades de los científicos españoles, tanto en el exterior como en el interior.

Los expertos consultados, Don Helio Carpintero Capell (Catedrático de Psicología Básica), Don Antonio Hidalgo Nuchera (Catedrático de Organización de Empresas) y Doña María Lara Martínez (Profesora de Historia Moderna y Antropología) están de acuerdo en la importante aportación que supondría aprovechar las enseñanzas de la JAE, en este sentido.

Por lo tanto, España haría muy bien en copiarse así misma en cuestiones de retención y atracción del conocimiento científico, pero eso sí, con las actuaciones que se llevaron a cabo hace aproximadamente 100 años con la JAE, pues esta institución demostró al mundo como un país, desde la crisis que provocó el desastre de 1898, puede cambiar su destino. El científico no se sintió "huérfano" cuando realizaba su actividad en el exterior. Lejos de tener esta sensación, era consciente de que una institución en su país le protegía y velaba por su carrera investigadora, al tiempo que estimaba su labor como una pieza fundamental para el resurgir económico, social y cultural de su país. Este esfuerzo, permitió que España experimentara en el primer tercio del siglo XX su denominada "Edad de Plata", con un "extraordinario florecimiento científico y cultural". Es necesario recuperar el espíritu de hermandad, colaboración y unidad que supuso la JAE en su tiempo, para que España no pierda el tren de la I+D+i y encuentre el lugar que le corresponde entre las naciones más competitivas del mundo.

FICHA TÉCNICA INNOVACEF

INNOVACEF se ha realizado sobre una muestra de 789 investigadores, divididos en 642 jóvenes investigadores que realizan su actividad en España y 147 científicos españoles que desarrollan su labor en el exterior:

1. Ficha técnica de la encuesta realizada a los jóvenes investigadores que trabajan en España

Universo

56.000 jóvenes investigadores que trabajan en España

Técnica de recogida de datos

Aplicación on-line del cuestionario

Fechas del trabajo de campo

12 de Diciembre de 2011 - 30 de Marzo de 2012

Tamaño muestral

642 jóvenes investigadores que trabajan en España

Nivel de confianza

Un nivel de confianza del 99 por 100 (z = 2,58), asumiendo muestreo aleatorio simple, p = 5 por 100 y q = 95 por 100



2. Ficha técnica de la encuesta realizada a los científicos españoles que realizan su actividad en el extranjero


Universo

11.200 científicos que están efectuando su labor en el exterior

Técnica de recogida de datos

Aplicación on-line del cuestionario

Fechas del trabajo de campo

12 de Diciembre de 2011 - 30 de Marzo de 2012

Tamaño muestral

147 científicos españoles que realizan su actividad en el exterior

Nivel de confianza

Un nivel de confianza del 95 por 100 (z = 1,96), asumiendo muestreo aleatorio simple, p = 5 por 100 y q = 95 por 100




Nota: Si le ha interesado este artículo y es joven investigador que trabaja en España (persona realizando como mínimo los cursos de doctorando y que no supere la edad de 41 años) o científico español trabajando en el exterior (persona española que efectúe labores investigadoras de forma permanente fuera del territorio español con independencia de su edad), puede contestar desde la siguiente URL a la encuesta del Informe INNOVACEF 2013: encuestas2.cef.es/index.php?sid=2&newtest=Y&lang=es

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