Un salto tecnológico crucial en el Paleolítico llegó a Asia 360.000 años antes de lo pensado, lo que abre nuevos interrogantes.
Hace unos 1,7 millones de años, los homínidos, los antepasados y parientes del hombre moderno, comenzaron a salir del continente africano en diversas oleadas. Los pasos incansables de estos seres, humanos arcaicos con rasgos similares a los de neandertales y otras especies anteriores a Homo sapiens, les llevaron a internarse en Europa y en el enorme continente asiático. Los restos que han llegado hasta nuestros días indican que, hace unos 400.000 años, estos humanos adquirieron nuevas capacidades cognitivas en el viejo continente y África, porque comenzaron a fabricar herramientas más sofisticadas y a cambiar su modo de vida. Ocurrió un gran cambio cultural, que se identifica con la transición del Paleolítico inferior al medio.
Ayer, un estudio publicado en la revista Nature, reescribió algunos aspectos de este importante cambio social. Una investigación dirigida por Shanti Pappu, científica en el Centro Sharma para la Educación del Patrimonio (India), ha encontrado herramientas que prueban que esta transición también ocurrió en Indiahace unos 385.000 años, mucho antes de los 125.000 años que se barabajan hasta ahora. Esto sitúa a esa región de Asia en el mismo marco temporal que África o Europa.
"Hemos mostrado que el origen y la evolución del Paleolítico Medio en India es más compleja y antigua de lo que se ha asumido hasta ahora", explica a ABC Shanti Pappu. "No estamos seguros de quiénes eran los fabricantes de esas herramientas, pero nuestros hallazgos desafían a los modelos simplistas que explicaban este proceso".
UNA REVOLUCIÓN CULTURAL
Aquellos homínidos que dejaron África hace 1,7 millones de años tenían una tecnología propia: la llamada industria lítica achelense. Tallaban grandes lascas de piedra y bifaces simétricos. Pero los restos encontrados en Europa y África indican que mucho tiempo después, y gradualmente, comenzaron a usar otra tecnología más sofisticada: el "método de Levallois".
"En general, entonces desaparecen las grandes lascas de piedra y los bifaces", aclara a ABC Antonio Rosas, paleoantropólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). Esa transición al "método de Levallois" está relacionada con un nuevo modo de pensar: "Desde ese momento, se van tallando núcleos de piedra con la finalidad de obtener formas concretas que se tienen en mente. Esto implica que hay un mecanismo mental de preparación mucho más sofisticado", explica. Además, junto a estas nuevas herramientas, aparecieron nuevas estrategias de explotación de recursos, aumentó la densidad de población y en Europa se domesticó el fuego.
Las investigaciones han mostrado que ese cambio cultural y mental se extendió por el globo. Pero no queda claro si tuvo un origen común o si apareció por separado. Tampoco es evidente quienes fueron los humanos arcaicos que protagonizaron la transformación.
El estudio de Shanti Pappu ha intentado averiguar qué ocurrió en el sureste asiático. Para ello, analizaron más de 7.000 herramientas de piedra halladas en el yacimiento de Attirampakham, al sureste de India. Excavaron un sistema de trincheras de hasta nueve metros de profundidad y así, en cada capa, relacionaron los artefactos con un determinado momento. En general, los análisis mostraron que hubo una transición entre las dos tecnologías y que, probablemente, distintas especies con diferente cultura coexistieron.
UN ENIGMA POR RESOLVER
"Es un estudio relevante que indica que una de las transiciones culturales más importantes de la Prehistoria, el paso del Paleolítico inferior al medio, ocurrió mucho antes de lo que pensábamos en India", dice Rosas. "Tiene importantes connotaciones más allá, pero no rompe los modelos básicos ni hace que se caiga el edificio".
Según el paleoantropólogo, el estudio de Pappu indica que no fueron los humanos modernos, que salieron de África más tarde, los que llevaron la nueva tecnología hasta el sureste de Asia. Pero pudieron ocurrir dos cosas: o bien, hace unos 400.000 años, humanos arcaicos que usaban esa tecnología y que procedían de África y Europa viajaron hasta allá, o bien, los que ya había en la región experimentaron por su cuenta este cambio cultural y cerebral, al mismo tiempo que en otros lugares.
La semana pasada, un estudio publicado en Science y centrado en una mandíbula hallada en la actual Tierra Santa, adelantó la salida de África de los humanos modernos, Homo sapiens, hasta los 200.000 años de antigüedad. Tanto esta investigación como el trabajo de Shanti Pappu indican que estamos en un momento apasionante en el estudio de la evolución de la cultura humana.