1.- ¿Cuál es su impresión sobre la evolución del Sistema Regional de Ciencia y Tecnología en Madrid en los últimos diez años?
Conozco el Sistema madri+d casi desde el principio, ya que desde 1998 formo parte de la OTRI del INTA, área que dirijo desde 2001. Lo primero que quiero resaltar es que madri+d se ha convertido en una imagen de marca para el sistema regional y hemos sido punto focal para otras Comunidades Autónomas.
Desde el punto de vista de las OTRIS, fue fundamental la inyección económica que el Sistema aportó a las OTRIS madrileñas a finales de los noventa, cuando apenas había apoyo de la Administración General del Estado. La OTRI del INTA ha pasado de tener dos personas a tener siete. Además, supuso un gran apoyo institucional en temas de formación.
Más adelante apareció la red de OTRIS de Universidades, de carácter nacional, que está funcionando muy bien. Sin embargo, la red de la Comunidad de Madrid continúa teniendo una gran importancia en el ámbito regional.
Por otro lado, considero que madri+d es una referencia para el sector de la oferta (investigadores, científicos) pero tengo la duda de si lo es también para el sector empresarial, a pesar de la implicación de asociaciones empresariales como CEIM, FEIQUE, AEDHE, etc.
Es curioso que en el programa de Transferencia de Tecnología, los indicadores más valorados sean los que generan transferencia de tecnología europea, ni siquiera nacional y mucho menos regional. No se contemplan incentivos económicos en función de indicadores para transferir a las PYMES de la región, cuando lo que se pretende es el incremento del desarrollo económico de la región a través de la I+D.
2.- ¿Cree usted que en estos diez años su institución ha mejorado su capacidad de colaboración con otras instituciones y con el tejido empresarial y la sociedad?
No cabe duda de que es más fácil conocer a otras instituciones, y en particular el funcionamiento de otras OTRIS, a través del Sistema, y de esta manera poner en común los conocimientos y establecer colaboraciones bilaterales. Sin madri+d hubiera sido más difícil.
Al principio, nos ayudó mucho a lograr una mejora de los procedimientos internos, como por ejemplo, el de las patentes.
Desde la Dirección General, que ahora es de Universidades e Investigación el presupuesto y los programas se han orientado más a las seis universidades públicas. La situación en la que nos hemos quedamos los OPIS, como el CSIC, el CIEMAT o el INTA, es que no se focalizan tanto nuestras necesidades e intereses que son muy diferentes de los de las universidades. En cierto modo, entra dentro de lo normal porque el INTA, además de tener unas áreas tecnológicas muy sectoriales, como la aeronáutica y el espacio, tenemos un ámbito de actuación nacional y además tenemos la particularidad de que pertenecemos al Ministerio de Defensa.
Aunque para nosotros es de gran ayuda estar en el Sistema, también vemos que hay cosas que no se adaptan a nuestras peculiaridades.
3.- Uno de los objetivos del Sistema madri+d ha sido crear un mecanismo eficaz de información y comunicación entre todos los participantes en el Sistema de Ciencia y Tecnología ¿Qué mejoras considera más relevantes en este ámbito de la información y la comunicación y cuál considera que ha sido el papel de madri+d?
Desde mi punto de vista, el elemento de comunicación por excelencia de madri+d es, sin duda, su página web.
La página, además de poner en contacto a instituciones, investigadores y empresas, contiene muchísima información de interés para el sistema de I+D+I.
Al principio, cuando nuestra página web no estaba tan desarrollada como ahora, hicimos una oferta de base científico técnica a través de la del Sistema que seguimos manteniendo en la actualidad. Además, se realizaron fichas de oferta tecnológica que supusieron una normalización de la información sobre la oferta científico-técnica. Me consta que hay muchas empresas que se ponen en contacto con nosotros porque han consultado la web de madri+d.
Considero que los sistemas de difusión selectiva funcionan bien, pero echamos de menos la información sobre ayudas y convocatorias del SIA que era muy útil, y que ahora aparece refundido en el notiweb sólo los viernes.
Aquí en el INTA se lee el notiweb y, a pesar de que somos más ingenieros que científicos, se que la opinión sobre el Sistema es muy positiva. No debemos olvidar que nosotros hacemos fundamentalmente desarrollo tecnológico. La investigación se reduce a un diez por ciento de nuestra actividad y es esencialmente aplicada. Pero nuestra actividad primordial es el desarrollo tecnológico y la colaboración con la industria del sector.
Volviendo al tema de la relación con otras instituciones, con las grandes empresas del sector seguimos teniendo las buenas relaciones de siempre. De hecho la Asociación Española de Constructores de Material Aeroespacial (ATECMA), una de las tres asociaciones de carácter nacional que engloban el sector aeroespacial, ya pertenece a madri+d. Que duda cabe que madri+d ha contribuido a que estas asociaciones formen parte del sistema.
En cuanto al tema de las PYMES, el INTA tiene su mercado natural en las compañías del sector aeroespacial. Pero la participación en el sistema madri+d nos ha servido para captar empresas que no son del sector pero que descubren que en nuestras instalaciones pueden hacer ensayos que desconocían que se pudieran desarrollar.
4.- Uno de los objetivos del Sistema madri+d ha sido mejorar la participación y el apoyo ciudadano en los temas de ciencia y tecnología ¿Cree usted que programas como la Feria Madrid es Ciencia, la Semana de la Ciencia o las actividades de participación y divulgación puestas en marcha por madri+d han contribuido a esta mejora?
Antes de que existiese el Sistema madri+d, en el INTA hacíamos jornadas de puertas abiertas. Cuando comenzó la Semana de la Ciencia trasladamos esas jornadas a esos días y desde entonces participamos todos los años. Lo que hacemos es enseñar nuestras instalaciones, algunas de ellas únicas en España, y también sistemas de desarrollo tecnológico.
Cada año mostramos a los visitantes instalaciones diferentes, puesto que tenemos una gran variedad de instalaciones de ensayo. Mi trabajo también consiste en convencer a los ingenieros del INTA de que lo que ellos hacen es importante para la Sociedad y que les merece la pena participar en la Semana de la Ciencia, aunque ello les suponga un esfuerzo adicional.
Nuestras actividades de difusión se dirigen tanto a público general, como a estudiantes de secundaria y de bachillerato, y tienen mucha acogida. En la última Semana de la Ciencia contamos con la visita de alrededor de 1.200 personas.
En cuanto a la Feria de Madrid es Ciencia, el avance que ha experimentado ha sido espectacular. Ha conseguido interesar realmente a la ciudadanía. El INTA siempre ha participado con un stand que combina el carácter institucional con un marcado aspecto divulgativo. Es fundamental que esté atendido por científicos o tecnólogos muy motivados porque durante cuatro días van a tener una actividad agotadora. Es increíble ver la atención que prestan los niños a las explicaciones de los investigadores y el atractivo que tiene para toda la familia este tipo de exhibiciones.
No cabe duda de que la Feria es un éxito absoluto, cada año acude más gente, el pabellón es más grande y me consta que otras Comunidades Autónomas ven en la Feria un buen ejemplo para poner en marcha las suyas.