LA FAMILIA DE LEÓN ROCH
León Roch es ingeniero y matemático. Se ha casado con la hermosísima María Egipcíaca, hija del marqués de Tellería, pero, pasada la etapa inicial de la pasión, el matrimonio comienza a resquebrajarse porque la esposa, bajo la acción del ambiente integrista en que se desenvuelve, da síntomas crecientes de un atroz fanatismo religioso y no puede soportar el ateísmo, que no es tal, sino simple laicismo, de León, quien no descree de Dios acepta el matrimonio cristiano y aspira a fundar un hogar vertebrado por sus principios; lo que no admite es el espíritu mojigato y sectario de esa religiosidad, que se convierte en la práctica en pretexto para la vida social más frívola, todo ello compatible con el despilfarro y el ocio más escandalosos, hasta tal punto que la familia política va dando tumbos de continuo y es rescatada en los instantes cruciales por la acción benéfica de León, siempre dispuesto a todo con tal de salvar su matrimonio. Pero es inútil: María da una vuelta de tuerca detrás otra hasta que León opta por separarse. Pero María se entera de que se ha ido a vivir cerca de una amiga de la infancia y va en busca del marido, poseída por los celos, que le provocan un brutal ataque de nervios, que la lleva a la muerte, pese a los afanes de León, La familia Tellería, en tanto, intriga contra éste, al que calumniosamente acusa de relaciones adúlteras con su antigua amiga, Pepa Fúcar, con el propósito de chantajearlo. La historia se cierra con una solución de conveniencia, no sabemos si cáustica, auspiciada por el padre de Pepa Fúcar, marqués del mismo nombre y notable prestamista: Pepa y León no vivirán juntos; el marido de esta no pisará el domicilio conyugal; se salvarán así el matrimonio y la memoria de María Egipcíaca, cuya familia se estabiliza en lo económico merced al ventajoso matrimonio de uno de sus miembros.
Reseña realizada por Miguel García-Posada