Los filósofos debaten si realmente es posible aprender algo sobre el mundo que nos rodea simplemente pensando en él
Los experimentos mentales son una gran herramienta de los científicos. Uno de los más famosos permitió a Galileo llegar a la conclusión de que la velocidad a la que caen los objetos no depende de su peso. La duda es si esos experimentos nos permiten obtener conocimiento realmente nuevo sobre el mundo físico o si la solución a los problemas está de alguna forma ya presente en las premisas.
En este artículo para Aeon, el periodista de ciencia Dan Falk nos presenta los argumentos de distintos filósofos a favor de una y otra posibilidad. Las implicaciones son grandes. En palabras de uno de los pensadores entrevistados: “Si podemos conocer las leyes de la naturaleza desde un sillón, ¿por qué no poner más recursos en sillones en lugar de en el CERN?”. Sarcamos aparte, una muy interesante lectura.