Descubrimos los secretos de uno de los comportamientos aparentemente más incomprensibles del mundo animal
Muchos animales bostezamos cuando transitamos del sueño a la vigilia y viceversa. Es un comportamiento que se observa incluso en peces y que evolutivamente apareció hace unos 400 millones de años, aunque las razones por las que lo hizo y por las que se conserva en tantas especies todavía no están del todo claras.
Durante años se especuló con que los bostezos podrían servir para aumentar los niveles de oxígeno en la sangre, hipótesis que se demostró falsa. Hoy muchos expertos se inclinan por otra explicación: que bostezar sirve para aumentar la capacidad de alerta, que se ve disminuída en la fase entre la vigilia y el sueño.
Esa hipótesis serviría también para explicar por qué los bostezos son contagiosos, aunque hay pocos estudios sobre el tema. Al contagiarse unos a otros con los bostezos, los animales de un grupo podrian sincronizar su comportamiento. De esta manera, si un animal ve a otro bostezar, eso puede indicar que su capacidad de atención está disminuyendo y bostezará para aumentar su propio estado de alerta.
Lo hemos leído en este artículo, publicado el mes pasado en la revista Animal Behaviour, y en esta entrevista con el autor en la revista Science.