Los estilos de vida modificables, y no los factores genéticos, son los principales culpables de la rigidez de los vasos sanguíneos asociada a la edad.
Es bien sabido que tanto la aterosclerosis, esto es, el endurecimiento de los vasos sanguíneos, como la consecuente hipertensión arterial son mucho más comunes en la población mayor que en los jóvenes. Y es que según envejecemos, nuestras venas y arterias se vuelven más rígidas. Pero, ¿esto tiene que ser obligatoriamente así? O dicho de otro modo, ¿no podemos disfrutar de un envejecimiento vascular saludable? Pues la verdad es que sí, y para ello solo tenemos que cuidarnos. Muy especialmente, como muestra un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (EE.UU.), mantener un peso saludable y evitar la diabetes. Pero parece que nuestro actual estilo de vida nos lo pone muy difícil.
Como explica Teemu J. Niiranen, director de esta investigación publicada en la revista Hypertension, "la idea generalizada es que el envejecimiento vascular es un proceso normal del envejecimiento. Según la gente va cumpliendo años, sus arterias se vuelven más rígidas y desarrollan hipertensión arterial. De hecho, es lo que sucede en la mayoría de la población que ha superado los 70 años. Pero esto no tiene por qué pasar".
No en vano, continúa el investigador, "en su mayor parte, los factores que aumentan la rigidez de la red de vasos sanguíneos del organismo no son genéticos. Los estilos de vida modificables son los principales culpables".
ENVEJECIMIENTO VASCULAR
Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron los historiales médicos de 3.196 mujeres y varones que, con una edad igual o superior, participaban en el Estudio del Corazón de Framingham. Y asimismo, definieron como ‘envejecimiento vascular saludable’ en esta sexta década de vida la presentación de unas cifras de presión arterial normales y de una velocidad de onda de pulso -un parámetro comúnmente empleado para medir la rigidez de las arterias- cercana a la que tienen los jóvenes sanos que aún no han llegado a la treintena.
Los resultados mostraron que 566 participantes -o lo que es lo mismo, el 17,7% del total- disfrutaban de un envejecimiento vascular saludable. Sin embargo, esta situación se diluía con el paso de los años. Y es que mientras el 30% de los participantes con edades entre los 50 y los 59 años cumplían los criterios para este envejecimiento vascular saludable, el porcentaje en aquellos que ya habían superado los 70 fue de únicamente un 1% -en su gran mayoría mujeres.
Y llegados a este punto, ¿qué condiciona que, cumplidos los 50, los 60 o los 70, tengamos unas arterias más o menos flexibles? Pues como apunta Teemu Niiranen "los factores más importantes para disfrutar de un envejecimiento vascular saludable son estar delgado, es decir, tener un bajo índice de masa corporal (IMC) y evitar la diabetes".
Pero aún hay más. Los resultados también mostraron otros factores asociados al estilo de vida que, igualmente, previenen el endurecimiento de las arterias y el desarrollo de hipertensión con el paso de los años. Es el caso, por ejemplo, de mantener unos niveles adecuados de colesterol. De hecho, los participantes que cumplían con seis del total de siete pasos para una vida saludable recomendados por la Asociación Americana del Corazón (AHA) -controlar la presión sanguínea, controlar el colesterol, reducir el azúcar en sangre, mantenerse activo, comer sano, perder peso y no fumar- tuvieron hasta 10 veces más probabilidades de lograr un envejecimiento vascular saludable que aquellos que solo cumplían con uno o ninguno.
CUIDARNOS UN POCO MÁS
Y esta rigidez arterial y presión sanguínea elevada, ¿tuvieron algún efecto sobre la salud de los participantes? Pues sí, y muy significativo. Y es que de acuerdo con los resultados, las personas con un envejecimiento vascular saludable tenían un riesgo hasta un 55% inferior de desarrollar enfermedad cardiovascular -y por tanto, de fallecer a causa de un ictus o de un infarto de miocardio.
Como refiere Teemu Niiranen, "la cultura occidental, que incluye una alimentación poco saludable y un estilo de vida sedentario, es un obstáculo para mantener unos vasos sanguíneos saludables. Por ejemplo, la elevación de la presión arterial asociada a la edad no es común en las poblaciones indígenas de cazadores-recolectores".
En definitiva, también es posible disfrutar de una buena salud vascular en la vejez. Y como concluye el director de la investigación, "desgraciadamente, no hay ninguna píldora mágica que nos ayude a lograr un envejecimiento vascular saludable. Cumplir con los siete pasos para la salud de la AHA aumenta las probabilidades de mantener unos vasos sanguíneos saludables incluso en edades avanzadas. Y de cara a la salud de la población, este envejecimiento vascular saludable debería ser considerado como un objetivo universal".