El próximo viernes 30 de abril tendrá lugar un acto on-line de homenaje a los galardonados en los XIII Premios madri+d
El Premio madri+d a la Calidad Universitaria ha recaído en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) por su Banco de Buenas Prácticas Docentes. ¿En qué consiste exactamente la buena práctica premiada?
Alberto Sánchez, Vicerrector de Digitalización de la Universidad Rey Juan Carlos.- El Banco de Buenas Prácticas Docentes del Centro de Innovación en Educación Digital de la URJC es un espacio único en constante crecimiento que recoge prácticas educativas innovadoras, desarrolladas fundamentalmente a través de tecnologías digitales y que han sido seleccionadas por su valor, estructura y aporte entre las candidatas a los Premios Profesores Innovadores.
¿Cuál fue el origen o la motivación para crear esta herramienta?
Manuel Gertrudix, Vicerrector de Calidad, Ética y Buen Gobierno de la URJC.- El Banco de Buenas Prácticas forma parte de un conjunto de iniciativas que esta universidad realiza para mejorar la calidad docente, y en ese sentido en el año 2014 puso en marcha esta iniciativa que estaba vinculada a los Premios de Innovación y que tenía por objeto cómo mejorar y cómo ayudar a que se visibilice el enorme trabajo y talento de nuestros profesores que son nuestro principal activo. En estos años hemos conseguido que un proyecto que nace de algo muy concreto tenga persistencia en el tiempo, se vea como un modelo que se trabaja de manera continuada y que es integral en la forma de abordar la mejora de la calidad de nuestras titulaciones y, por tanto, el servicio que prestamos a los estudiantes.
¿Qué acogida e impacto tiene el Banco de Buenas Prácticas entre el profesorado de la URJC?
A.S. Ya hemos tenido más de 21.000 visitas dentro del Banco de Buenas Prácticas y no solamente está teniendo muy buena acogida entre los profesores de nuestra universidad y sus diferentes áreas de aplicación, sino que, como es un espacio abierto, también tiene acogida en otras universidades e incluso en profesores no universitarios que quieren adaptar esas buenas prácticas a sus propios entornos
Existen muchos repositorios de Buenas Prácticas en diferentes ámbitos. ¿Cuáles son las claves del éxito o los aspectos singulares del implementado por la URJC?
M.G. Uno de los aspectos fundamentales del éxito de esta iniciativa tiene que ver con la utilidad que realmente tiene para los docentes. No solo para los nuestros sino para cualquier docente. Y es que tiene mucho que ver con el concepto de aprendizaje vicario, del aprendizaje por simulación en el que aprendes no porque el otro te enseña sino por lo que ves en él. Y eso es lo que ha hecho que la gente haya visto que se trata de un instrumento útil. Se trata de algo que puedes aplicar en tu entorno: Imitar lo que hacen otros y aprender de sus aciertos, tratar de evitar las dificultades que se han encontrado y llevarlo a un proceso real de integración en el aula que genere transferencia. Y ese es el verdadero éxito de la iniciativa.
La Fundación nos hace de guía, nos sirve para ilustrarnos y acompañarnos en ese camino de la calidad
A.S. Realmente es una iniciativa de tú a tú. Lo que pretendemos es tener un único espacio en el que los profesores definan cómo están realizando esas prácticas docentes, vean los errores que se han encontrado, los beneficios e incluso los inconvenientes de aplicarlo y que otros docentes puedan tener todos esos elementos en cuenta a la hora de implementarlo dentro de su área de aplicación concreta.
El objetivo de las universidades y de todo el sistema educativo es la formación de los alumnos. ¿De qué manera repercute este Banco de Buenas Prácticas en el aprendizaje de los estudiantes de la URJC?
M.G. Nuestra universidad está plenamente comprometida con la calidad en su sentido más amplio. Y concretamente en el área de la calidad docente entendemos que es un impulso y que es uno de los ejes esenciales de la calidad de las titulaciones. En la medida en la que somos capaces de poner en valor la actividad de nuestros docentes, que otros sean capaces de conocer cuáles son los casos de éxito al final es como si les proporcionaras las “recetas” para que ellos puedan adaptarla a sus circunstancias concretas de aula. Eso indudablemente lo que produce es una transferencia en el estudiante porque se mejoran las capacidades del alumno, porque los procesos formativos son más integrales, más hábiles, y no podemos olvidar una cuestión fundamental: Nuestro objetivo no es finalista, nuestro objetivo no es solamente tener calidad y generar excelencia, sino generar ciudadanos comprometidos y profesionales eficaces que son los que van a construir el futuro.
¿Qué supone para la URJC haber recibido por unanimidad este reconocimiento que se entrega por primera vez en esta XIII edición de los Premios madri+d?
A.S. Es un gran reconocimiento a la labor de nuestros profesores. Por eso queremos aprovechar para dar las gracias a todos los profesores que han participado en esta iniciativa y a todos los que están aprovechando esta iniciativa. Somos una de las pocas universidades que ha apostado por un Banco de Buenas Prácticas y creemos que gracias a este reconocimiento otras universidades irán incorporando medidas en esta dirección.
¿Cuál es su relación con la Fundación para el Conocimiento madri+d? ¿En qué medida el trabajo de madri+d contribuye a mejorar la calidad de las universidades, de los títulos y del aprendizaje de los estudiantes madrileños?
M.G. Hay una frase preciosa que dice que para educar a una persona hace falta una tribu. Bueno pues para hacer calidad hace falta mucha gente. Hace falta gente dentro, y en este sentido comparto con Alberto el agradecimiento a los profesores que han contribuido con sus propuestas al Banco de Buenas Prácticas. Sin su generosidad no habría nada. También a todas las unidades que han participado en el desarrollo, como el Centro de Innovación y Educación Digital o el Servicio de Calidad Docente, que son los que en el día a día hacen esa labor.
¿Y cómo conecta eso con el soporte que nos presta la Fundación madri+d? En el fondo que es un proceso muy constante de trabajo mutuo. Y no podemos sino agradecerle enormemente a la Fundación madri+d la oportunidad que nos presta, primero al poder participar y después por reconocer este trabajo.
