Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) demuestran la efectividad de diversos tratamientos selvícolas para mejorar la adaptación al cambio climático de pinares originados por repoblaciones forestales
El pino resinero fue una de las especies utilizadas para las repoblaciones forestales que se llevaron a cabo en nuestro país a mediados del siglo XX. Estas masas arbóreas originadas por las repoblaciones no siempre han sido objeto de una adecuada gestión forestal. Un equipo de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha demostrado que la selvicultura permite abordar con éxito la regeneración de las repoblaciones y ha presentado un tratamiento innovador, la “entresaca por bosquetes”, que ha demostrado funcionar para la regeneración del pino resinero.
Desde los años 40 del pasado siglo, una estampa habitual en nuestras zonas de montaña ha sido ver grandes superficies de pinares repoblados. Estos pinares fueron originados durante el desarrollo del Plan General de Repoblación Forestal de España, redactado en tiempos de la Segunda República, pero puesto en marcha durante la dictadura del general Franco, lo que en ocasiones ha originado una visión muy crítica hacia esta actuación. No obstante, no se puede negar el éxito en la restauración ecológica de nuestros entonces deforestados sistemas montañosos, parte del cual proviene de la elección de especies tan pioneras y resistentes como son los pinos. Tampoco se puede negar su papel protector contra la erosión, cubriendo el suelo y regulando el ciclo hidrológico, lo que ha permitido evitar inundaciones, grandes pérdidas de vidas humanas y económicas y contribuyendo, entre otros beneficios, a beber agua de calidad por toda España.
Sin embargo, la necesaria gestión forestal de estas repoblaciones para optimizar sus potenciales beneficios no siempre se ha producido. En muchas ocasiones, por falta de presupuesto, personal o voluntad política, no se han realizado los tratamientos y operaciones recomendados, lo que ha provocado un desafío actual mayor: la adaptación al cambio climático. Para afrontarlo se necesita que las masas se encuentren en el mejor estado posible, con árboles sanos y fuertes, y una mezcla de especies y de edades del arbolado adecuadas. “Y esto solo se consigue ꟷapunta Sergio de Frutos, investigador de la UPMꟷ a través de la selvicultura, que implica la corta de arbolado en muchas ocasiones, y de la gestión por parte de profesionales de la ingeniería forestal y de montes, que lleva 175 años al servicio de la ciudadanía.”
Fuente: UPM
En este contexto, un equipo de investigadores de la ETSI de Montes, Forestal y del Medio Natural de la UPM, incluidos dentro del grupo de investigación en Ecología y Gestión Forestal Sostenible (ECOGESFOR), junto a investigadores del Instituto de Ciencias Forestales del CSIC, llevan años centrados en la adaptación al cambio climático de las masas de repoblación de pino resinero. Este pino, autóctono de nuestro país, fue el más empleado durante el citado plan de repoblaciones, ocupando 800.000 hectáreas en la actualidad (equivalente al tamaño de la Comunidad de Madrid), lo que hace que abordar su adaptación a los nuevos desafíos climáticos sea particularmente importante. En concreto, el equipo de investigación de la UPM se ha especializado en la valoración de diversos tipos de cortas de regeneración ꟷes decir, aquellas que van abriendo huecos en la masa instalada, cortando árboles adultos para promover el desarrollo de árboles jóvenesꟷ buscando garantizar la diversificación de la estructura forestal y composición de especies, lo que facilitará la persistencia de la masa ante las condiciones climáticas futuras que se prevén.
Las experiencias ya desarrolladas incluyen el uso de tratamientos habituales para la regeneración de esta especie, como la “corta a hecho en dos tiempos”, que consiste en la apertura del bosque dejando unos pocos árboles que generan las semillas necesarias para la regeneración del bosque, así como también tratamientos apenas aplicados, como es la “entresaca por bosquetes”. Este último método consiste en la apertura de pequeños huecos del tamaño de unos pocos árboles. Esta elección busca reducir la erosión y el impacto paisajístico de los trabajos, a la vez que se generan oportunidades para la entrada de regenerado de otras especies acompañantes, como encinas, quejigos o enebros. Sin embargo, tiene el riesgo asociado de que la apertura puede ser pequeña para una especie como el pino resinero, ávida de luz en sus primeras etapas de desarrollo.
Los resultados, recientemente publicados, demuestran que enfrentarse a la regeneración de las repoblaciones es una estrategia factible, y que, si hay presencia de otras especies, estas pueden ir aumentando su proporción en el futuro bosque generado. “Además ꟷañaden los investigadoresꟷ, la entresaca por bosquetes pequeños también ha conseguido la regeneración del pino resinero, con buenos crecimientos asociados, lo que indica que las plantas jóvenes encuentran condiciones favorables para su desarrollo pese al pequeño tamaño de los huecos abiertos.” Todos estos datos, representan un claro avance hacia una mejor adaptación al cambio climático de este tipo de bosques.
Referencia bibliográfica: de Frutos S, Fortin M, Roig-Gómez S, Ruiz-Peinado R, del Río M, Bravo-Fernández JA (2023). Group selection cutting for regenerating Mediterranean Pinus pinaster plantations: Gap effects on seedling survival. Forest Ecology and Management 544,
121219. https://doi.org/10.1016/j.foreco.2023.121219.
de Frutos S, Bravo-Fernández JA, Roig-Gómez S, Del Río M, Ruiz-Peinado R (2022). Natural regeneration and species diversification after seed-tree method cutting in a maritime pine reforestation. iForest, 15, 500-508. https://doi.org/10.3832/ifor4088-015.
Fotografía de portada: UPM.