Los expertos han advertido de que las plantillas deben ser creadas de forma individualizada para cada paciente después de la realización de un estudio biomecánico que determine el origen de la patología a tratar.
Un mal apoyo del pie durante la pisada puede suponer el desarrollo de problemas de salud que afecten al resto del aparato locomotor e incluso limiten la movilidad de las personas.
Desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) se ha señalado que, en muchas ocasiones, es necesario el uso de plantillas creadas específicamente por un Podólogo que realice las correcciones necesarias en el sistema musculo-esquelético para prevenir y mejorar muchas patologías desarrolladas por caminar de una forma inadecuada.
Los expertos han señalado que algunos signos que pueden indicar que necesitamos de este tipo de corrección son el desgaste irregular de las suelas del calzado (desgastarlo más por fuera o por dentro indica que se realiza mayor apoyo en esa zona), sobrecargas en los miembros inferiores, lumbalgias o callos plantares que provocan dolor al camina, entre otros.
Los principales beneficios de utilizar plantillas adecuadas cuando son requeridas son prevención y recuperación de lesiones, disminución o eliminación completa de las molestias al caminar, una forma de caminar más armónica que evite las sobrecargas en zonas concretas, evitar el desarrollo de patologías como fascitis plantar, metatarsalgias o tendinits.
CUIDADO CON EL USO DE PLANTILLAS ESTANDARIZADAS
Por otro lado, desde ICOPCV se ha advertido de que el uso de plantillas estandarizadas o realizadas por profesionales que no son podólogos pueden incrementar estos problemas e, incluso, agravarlos.
Los principales problemas asociados al uso de plantillas estandarizadas (que no hayan sido creadas a medida por un podólogo, tras la realización de una exhaustiva exploración), son:
- empeoramiento de lesiones deportivas,
- no dan una solución necesaria a la patología del paciente,
- no cumplen ninguna función porque no han sido creadas específicamente para corregir algún tipo de descompensación en la pisada del paciente,
- pueden provocar o agravar úlceras en el caso de las personas diabéticas debido a que no realizarán las compensaciones que necesita para evitar lesiones y, si le provoca algún roce, podría generarse lesión,
- en el caso de los niños, pueden provocar alteraciones de la marcha y deformaciones en el aparato locomotor,
- empeoramiento de las molestias en el paciente.
"Es importante que nos concienciemos de que únicamente el Podólogo es el que puede determinar si una persona necesita plantillas y las características concretas de las mismas. Realizar un estudio biomecánico completo es esencial para obtener un diagnóstico exacto y dar la prescripción correcta del tratamiento necesario", ha declarado Maite García, presidenta del ICOPCV.
"Acudir a una ortopedia a realizarse unas plantillas prescritas por un traumatólogo es un gran error porque estas plantillas son estándar para patología puntual sin tener en cuenta las características especificas que puede desarrollar cada individuo según su antropometría. Y es por ello que en muchas ocasiones el paciente aqueja de patología no resuelta con este tipo de plantillas estándar obtenidas en ortopedias, ya que no están adaptadas a las características concretas del paciente", ha asegurado Estefanía Soriano, vicepresidenta del ICOPCV.
El Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana ha destacado que es importante concienciarse de que el uso de plantillas es un tratamiento y, por tanto, debe ser prescrito valorando los parámetros descritos por un podólogo profesional. Junto a esto, han añadido cada tratamiento difiere según su finalidad que puede ser acomodativa o correctora.
"Un alto porcentaje de la población necesita plantillas para corregir la forma de andar, que no suele ser adecuada, y suele ser la causante de molestias y dolores en pies, tobillos, rodillas o caderas por sobrecarga en la mala alineación de los miembros inferiores. Además, cuando tenemos un dolor localizado al caminar, solemos desarrollar una marcha antiálgica que nos permite rehuir al dolor mientras andamos, pero genera exceso de presión en otras zonas", ha afirmado la vicepresidenta del ICOPCV.