El hallazgo ha tenido lugar en la <a href="https://www.teotihuacan.inah.gob.mx/" title="Zona Arqueológica de Teotihuacán" alt="Zona Arqueológica de Teotihuacán" target="blank">Zona Arqueológica de Teotihuacán</a>, en México.
Un grupo de investigadores mexicanos ha localizado un túnel bajo la Plaza de la Luna, en la Zona Arqueológica de Teotihuacán, cuya función debió ser la emulación del inframundo, ha informado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El origen de este hallazgo está en el estudio realizado por especialistas del INAH, en colaboración con personal de investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para comprobar la existencia de un conducto que iría del centro de la Plaza de la Luna a la Pirámide de la Luna.
El descubrimiento confirmaría que los teotihuacanos reprodujeron el mismo patrón de túneles asociados a sus grandes monumentos, cuya función debió ser la emulación del inframundo, afirmó la arqueóloga Verónica Ortega, directora del Proyecto de Conservación Integral de la Plaza de la Luna.
Para la identificación de la oquedad se realizó una tomografía de resistividad eléctrica a principios del pasado mes de junio a cargo de un equipo de expertos encabezado por la doctora en Geofísica Denisse Argote Espino, de la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH. La especialista precisó que las imágenes preliminares sugieren un conducto recto relleno a 10 metros de profundidad. Sin embargo, precisó que se requiere procesar más los datos para obtener una mejor definición de los rasgos bajo la superficie.
Aunque los resultados definitivos estarán listos en los próximos meses, ya se puede adelantar que, al igual que la Pirámide del Sol y el Templo de Quetzalcóatl, la Pirámide de la Luna podría contar con un conducto subterráneo. Ortega aseguró que la función del túnel podría haber sido la emulación del inframundo, el lugar en que se recreaba el origen de la vida, las plantas y los alimentos, por lo que se podría decir que su uso fue estrictamente ritual, para efectuar ceremonias propiciatorias de los ciclos agrícolas.
Los resultados del estudio permitirán comprender mejor el discurso simbólico que está debajo de la superficie. Para ello, habrá que hacer comparaciones entre este posible conducto y los que están bajo la Pirámide del Sol y el Templo de Quetzalcóatl en busca de una mejor comprensión del significado de la ciudad y la forma en la que sus dirigentes pudieron cohesionar a más de cien mil habitantes, muchos de ellos foráneos. Una vez que se tengan los resultados definitivos, el siguiente paso será explorar la cavidad hallada en la Plaza de la Luna, ya que esta oportunidad se perdió con la Pirámide del Sol cuando en la década de 1970 el arqueólogo Jorge Acosta localizó el túnel bajo esa edificación. Sin embargo, descubrió que había sido saqueado en la antigüedad, probablemente por los mexicas a principios del siglo XVI. En este caso el túnel se encontraría cerrado y su investigación sería una prioridad.
LA CONSTRUCCIÓN DE LA PIRÁMIDE
Es importante vincular el túnel con alguna de las etapas de construcción de la edificación, que podría corresponder a una de las más tempranas, del año 100 a. C. Ortega dijo que el estudio permitirá conocer si existen otros conductos alrededor de la pirámide, ya que se han detectado algunas alteraciones en el subsuelo, en particular grandes fosas y canales relacionados con rituales. "Estos elementos indican que antes de la construcción de la pirámide hubo una sacralización del espacio, toda vez que se han hallado piedras verdes megalíticas frente a la edificación, las cuales eran muy valiosas para los teotihuacanos y es muy probable que formen parte de un discurso ritual mucho más amplio", remató.
Aquí puede ver un vídeo explicativo.