LA MEDICINA EN EL DISCURSO POLÍTICO LIBERAL<br>
La historia de tres médicos atentos a la realidad social y política
Reseña realizada por Rafael Huertas<br>
Instituto de Historia. CSIC
Un higienista, un cirujano y un psiquiatra son los médicos elegidos por Ricardo Campos para ilustrar las relaciones entre medicina y política en la España del siglo XIX. Tanto Pedro Felipe Monlau, como Federico Rubio y Juan Giné contribuyeron con su actividad científica y política a instaurar y consolidar el liberalismo como nuevo sistema político y económico en el país.
Las tres biografías abordadas en este libro están enfocadas, tal como ocurre en otros títulos de la colección Novatores de la editorial Nivola, desde un punto de vista que permite mostrar al sujeto con sus contradicciones, sus ambiciones, sus peripecias vitales, etc. y evaluar su papel y su proyección en la historia de la ciencia española. En el caso que nos ocupa, el autor de Curar y Gobernar ha sabido explorar con gran acierto la creatividad científica de unos personajes particulares en el marco social y cultural en el que se desarrolló su actividad.
P.F. Monlau fue un liberal convencido, militante en su juventud del ala radical del partido progresista de Barcelona, que llegó a participar activamente en los acontecimientos revolucionarios de los años treinta. Más tarde, y desde posiciones más moderadas, formó parte del Consejo de Sanidad del Reino y colaboró en la elaboración de la Ley de Sanidad de 1855. Fue uno de los primeros médicos que llamó la atención sobre los problemas sociales ocasionados por la industrialización, describiendo las condiciones de vida y trabajo del naciente proletariado industrial en Cataluña.
F. Rubio, uno de los padres de la cirugía española, fue también activo militante republicano, ocupó cargos de responsabilidad política durante el Sexenio Revolucionario e intentó a través de la creación de Escuela Libre de Medicina reformar los estudios médicos. En 1874 abandonó la política para dedicarse a la práctica de la cirugía, creó un Instituto de Terapéutica Operatoria (el Instituto Rubio), desde donde puso en marcha diversas técnicas operatorias y especialidades quirúrgicas que supusieron un avance innegable de la cirugía en España. Junto a esta actividad clínica, no descuidó la reflexión sobre aspectos sociales de la medicina y la enfermedad.
Juan Giné, sin desempeñar el activismo político de los dos anteriores, siempre mantuvo posiciones próximas al republicanismo. Como catedrático, primero de Higiene y más tarde de Patología Quirúrgica en la Universidad de Barcelona, luchó incansablemente por la reforma de los estudios médicos, y como médico asistencial se hizo cargo de la Clínica Psiquiátrica de Nueva Belén, un establecimiento privado desde el que fue capaz de crear la primera "escuela" psiquiátrica de nuestro país, convirtiéndose en el "especialista" en medicina mental más relevante del XIX español.
A través de unas páginas redactadas con gran amenidad y rigor, Ricardo Campos nos muestra los avatares de la vida de estos tres médicos, su evolución ideológica, su actividad política y sus progresos profesionales. Todo ello con el telón de fondo de la historia de España durante una centuria en la que el nuevo escenario propiciado por la revolución liberal y la industrialización mostró cambios importantes en el contexto socio-político y económico, pero también en las relaciones humanas y, cómo no, en las ciencias y en la medicina. Cambios que en el ámbito de la atención a la salud y la enfermedad no fueron únicamente de índole científica y técnica, sino que tuvieron una proyección política y social de gran envergadura. El médico como experto en la salud de la población reclamaba a la Administración del estado mayor sensibilidad hacia los problemas sanitarios del país, hasta el punto de asimilar, en no pocas ocasiones, medicina e higiene con reforma social y gobierno. Este es el interesante mensaje que Ricardo Campos nos transmite en su Curar y Gobernar, la capacidad de la medicina o, al menos, de algunos médicos, para elaborar todo un discurso político de la medicina que se adecuará a las exigencias y objetivos del orden liberal. Por eso su lectura me parece más que recomendable para comprender el liberalismo español decimonónico desde una perspectiva diferente a la aportada por la historia política o económica.