La enseñanza de la antigua Materia Médica, hoy Farmacognosia, requiere del conocimiento directo de la droga objeto de estudio. Hasta la generalización de los medicamentos de origen sintético, la fuente de estas sustancias tuvo su origen en productos naturales, fundamentalmente vegetales. Aún hoy el uso de plantas medicinales tiene un elevado interés terapéutico.
Colección histórica de drogas. Vista general de una de las vitrinas.
El Departamento de Farmacología de la Universidad Complutense, heredero de las antiguas colecciones de Materia Médica del Colegio de Farmacia de San Fernando, conserva una espléndida colección –casi 800 muestras- guardadas en botes, ampollas, copas o frascos; todo ello cristalería del siglo XIX. Los ejemplares están etiquetados y siglados.
Botes con raíces y hojas
La colección principal incluye, fundamentalmente, plantas vasculares y no vasculares. Las primeras, más abundantes, se ordenan bien en función de las partes del vegetal utilizado (raíces, rizomas, tallos, hojas, flores, etc), o del producto que de ellas se obtiene, éstas están agrupados según su naturaleza química. Las drogas de origen animal, más escasas en la colección y menos ricas en información, se conservan en copas.
Ampollas con corteza de quina, del siglo XVIII
Entre los materiales de esta colección principal se encuentra una notable serie de leños americanos, que portan una etiqueta con la inscripción “Col. del Perú – Botanico de 1878” y está constituida por quinas peruanas, procedentes de la Expedición al Virreynato del Perú (1777-1831). Esta colección es pareja de la adquirida por J. L. Howard en 1858 para el British Museum (Natural History). El interés europeo en la quina americana se centraba en sus efectos febrífugos, especialmente indicados para las fiebres palúdicas; hasta mediados del siglo XIX el producto sólo podía obtenerse de los bosques sudamericanos.
Frascos con tinturas vegetales
Una segunda colección de interés, pese al modesto formato del recipiente, la constituyen los frascos con tinturas y extractos vegetales. La calidad del material que contiene y la información que presenta, confieren estas piezas un alto valor histórico científico, acrecentado por la cantidad y coherencia del conjunto. Dentro de esta serie destaca la parte dedicada a resinas y aceites esenciales.