En este artículo publicado en The Guardian, el periodista Oliver-James Campbell cuenta la historia de cómo descubrió en su juventud que tenía un déficit auditivo y cómo eso ha marcado su vida. A pesar de ello, prefiere no utilizar audífonos.
A lo largo del artículo, Campbell explica que nunca sintió que le faltara nada hasta su diagnóstico. También que ha suplido de forma natural sus carencias auditivas con una mayor capacidad para leer los labios e interpretar lo que le quieren decir sus interlocutores gracias al contexto. Además, acostumbrado a crecer en otro ambiente sonoro, las “mejoras” que le proporciona la tecnología le distraen. Un buen texto para reflexionar sobre enfermedades y curas.