Aunque hay varias hipótesis, una explicación ha ido ganando fuerza en los últimos años
La pregunta ha estado en el aire durante siglos y parece que finalmente vamos siendo capaces de responderla. Las líneas blancas y negras de las cebras podrían servir para evitar las picaduras de los mosquitos y los tábanos.
Un estudio de 2019 sugiere que los insectos tienen más dificultad para “aterrizar” sobre el pelaje listado de las cebras que sobre la superficie homogénea de los caballos. Y otro estudio, realizado por otro grupo de investigadores un año después, mostró que pintar vacas con un patrón de líneas similar al de las cebras hace que reciban menos picaduras de insectos.
Fotografía:
Kojima et al