Puede ocurrir, aunque no es muy habitual, que un día uno esté caminando y de repente se vea sorprendido por una lluvia de peces. Lejos de ser un mito, este fenómeno ha sido documentado muchas veces a lo largo de la historia. Según explican en este artículo en National Geographic, estos eventos se podrían producir debido a tornados marinos que succionan animales, como peces o ranas, y los transportan a longitudes considerables.
En un caso reciente en Yasuj, se piensa que la causa fue un tornado marino originado a 250 kilómetros de la costa del Golfo Pérsico. Otras veces, las lluvias de peces curiosamente no son lluvias.En Yoro, Honduras, donde este fenómeno está tan arraigado en la cultura que se celebran festivales en honor a ellas, los peces no caen del cielo, aunque sí que surgen muchos agrupados en el mismo sitio. En este caso, podría ser que los peces surgieran de desbordamientos de ríos o cuevas subterráneas.