Investigadores españoles de la <a href="https://www.ucam.edu/" title="Universidad Católica San Antonio de Murcia" alt="Universidad Católica San Antonio de Murcia" target="_blank">Universidad Católica San Antonio de Murcia</a> (UCAM) descubrieron que una molécula utilizada hasta ahora como antibiótico se puede usar como un potente fármaco para combatir las consecuencias del virus Zika.
Los científicos, pertenecientes al Grupo de Investigación de Bioinformática y Alto Rendimiento de la UCAM (BIO-HPC), trabajaron para encontrar un fármaco eficaz frente a la enfermedad desde que se conociera, hace un año, la estructura molecular de proteínas implicadas en la replicación del virus, que se transmite por la picadura de un mosquito, según un comunicado de la universidad.
El descubrimiento se basa en numerosos experimentos de química computacional y posteriores ensayos experimentales con ratones realizados por la Universidad de Hong Kong. Los investigadores detectaron un antibiótico que anteriormente fue recetado para combatir infecciones nosocomiales, es decir, aquellas contraídas en los hospitales, y que ahora los equipos de la UCAM y Hong Kong patentaron para tratar el zika.
Las pruebas con el compuesto "novobiocina" tuvieron éxito en ratones, con una eficacia del 100% de curación, así que ahora solo queda afinar la dosis que sería necesaria en humanos para conseguir el mismo resultado. "Se trata de un medicamento retirado del mercado porque perdió su potencia como antibiótico, pero que sabemos que puede ser aplicado en humanos", indicó el investigador José Pedro Cerón.
Ya se han descrito otros fármacos aprobados por las autoridades estadounidenses contra la enfermedad, pero hasta ahora solo se había comprobado la eficacia en modelos animales para uno de ellos, "sofosbuvir", empleado en el tratamiento de la hepatitis C, que tiene un precio muy elevado, según explicó Helena de Haan, del mismo equipo.
Cerón, De Haan, Horacio Pérez Sánchez y Jorge de la Peña-García forman el "único grupo español" que ha publicado resultados dentro del campo de descubrimiento de fármacos contra este virus.
La enfermedad comenzó a propagarse masivamente en 2015 por América Latina y el Caribe por la picadura de mosquitos del género Aedes infectados con el virus, y que tiene riesgos especialmente para el feto en el caso de que las mujeres embarazadas resulten contagiadas.