Entrevista a Dr. Eduardo López Bran. Profesor Titular de Dermatología en la Facultad de Medicina, UCM, Jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos y Director de la Clínica IMEMA
El Dr. Eduardo López Bran es una auténtica eminencia en Dermatología y más en concreto en el tratamiento para la calvicie, siendo un referente internacional en técnicas de trasplante capilar. Tiene más de 20 años de experiencia en consulta privada dermatológica, siendo el director y fundador de la Clínica IMEMA. Los VII Premios A TU SALUD, han destacado su labor y este centro ha sido certificado como Pyme Innovadora por el Gobierno de España por su labor de investigación y mejora en los procesos de nuevas técnicas clínicas para el tratamiento de la alopecia y trasplante de pelo. Actualmente es jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos además de Director del Instituto de Enfermedades y Cirugía de la Piel en el mismo Hospital de Madrid. Es autor o coautor de más de 200 publicaciones y tiene el honor de ser el único doctor europeo de los 5 doctores que conforman el Consejo Médico Asesor Mundial de Restoration Robotics. También es profesor Titular de Dermatología en la Facultad de Medicina, Universidad Complutense de Madrid
Dr. López Bran, muchas gracias por recibirnos y conceder esta entrevista a la Fundación para el Conocimiento madri+d.
Para empezar, díganos, ¿cómo nació su vocación científica?
Tuve la fortuna, al poco tiempo de llegar al Hospital Clínico San Carlos de Madrid para realizar mi residencia de Dermatología, de poder participar como investigador en los ensayos clínicos que permitieron evaluar la eficacia y tolerancia del primer fármaco que se mostró útil para el tratamiento de la alopecia androgenética o calvicie común, en los años ochenta y tantos.
Por primera vez había un fármaco aprobado, el Minoxidil, para tratar un problema de tanta importancia por su incidencia y por los efectos que provoca en los pacientes que la sufren en cuanto a su autoestima y calidad de vida. Allí, en ese hospital, inicié una etapa de investigación clínica que ha ido prolongándose hasta hoy con mi participación en más de 60 ensayos clínicos multicentricos internacionales. Un buen día, me di cuenta de que esta investigación clínica tenía que estar apoyada por una investigación básica, y así, en colaboración con la Facultad de Medicina estamos haciendo estudios que nos permiten conocer los factores que hacen que se desarrolle este tipo de enfermedad, la alopecia, así como los factores que pueden predecir la respuesta de los pacientes a los fármacos actuales.
¿Qué le llevó a dedicarse a la Dermatología y dentro de ella una disciplina tan nueva en esos momentos como los trasplantes capilares?
Yo estudié en la Facultad de Medicina de la Universidad e Santiago de Compostela, en la primera promoción en la que hubo numerus clausus, cosa que al final no se llevó a cabo lo que provocó que una gran cantidad de estudiantes entraran en Medicina. Esto supuso la dificultad que entrañaba de no poder realizar prácticas clínicas. Sin embargo, yo tuve la gran suerte de ser admitido como alumno interno en el Departamento de Dermatología del antiguo Hospital Clínico de Santiago que dirigía el profesor Robledo Aguilar y fue allí donde nació mi vocación dermatológica. El profesor Robledo después se vino a Madrid y yo pude empezar la residencia aquí, en Madrid y, además incorporarme a una especialidad que, como ya he dicho, desde los años ochenta y tantos hasta ahora, ha tenido un desarrollo tremendo en cuanto al diagnóstico y a la aparición de múltiples fármacos para resolver muchos problemas dermatológicos que tanto afectan a los pacientes.
Cuando pensamos en avances científicos en medicina quizá pensamos en enfermedades como el cáncer pero a lo mejor no pensamos en el grandísimo impacto que las nuevas técnicas pueden tener en problemas como lo calvicie que afecta a un alto porcentaje de la población. Háblenos de cómo la tecnología robótica ha cambiado el escenario de los trasplantes de pelo.
Efectivamente, hay enfermedades que afectan a la vida del paciente y por supuesto deben de concentrar muchos recursos y esfuerzos. En la Dermatología también hay enfermedades que afectan a la vida del paciente y hay otras que, sin poner en peligro su vida lo que si ponen en peligro es su a autoestima, su confianza, su estabilidad emocional. La alopecia es, por la incidencia que tiene y por su impacto en la calidad de vida de quienes la padecen, una de las enfermedades más importantes. Desde que tenemos conocimiento de la historia a través de la escritura encontramos múltiples referencias al impacto y la importancia en todas las civilizaciones del pelo como exponente máximo de la imagen en los hombres y las mujeres.
Mi participación en diferentes ensayos clínicos relacionados con la calvicie y la demanda por parte de los pacientes de resultados más exitosos de los que podíamos lograr con los tratamientos médicos, me hizo marcharme al extranjero a Francia y a Estados Unidos buscando completar el tratamiento médico con un tratamiento quirúrgico. Así es como me inicié en los trasplantes capilares allá por los noventa y, desde entonces hemos ido incorporando en este país algunas de las mejoras que se han ido produciendo en las técnicas de los trasplantes capilares. En 2014, fuimos el primer centro que incorporó la tecnología robótica. El robot es un aliado para el dermatólogo, un aliado para el cirujano, es en definitiva, un aliado para hacer mejor los trasplantes. Todo proceso repetitivo que se pueda automatizar o robotizar supone que vamos a eliminar el error debido a la fatiga, el cansancio humano y, en este sentido, el robot nos ha ayudado a lograr una extracción de unidades foliculares del área donante que posteriormente vamos a implantar en la calva de una manera más precisa y más rápida.
La VII edición de los Premios “A tu salud” que concede el diario la Razón ha galardonado recientemente su labor vanguardista en el ámbito de la dermatología. ¿Qué ha supuesto para usted y su equipo este nuevo reconocimiento?
Indudablemente la llegada de un reconocimiento desde el diario La Razón a través de los Premios “A tu salud”, los más prestigiosos que existen en el panorama sanitario, por nuestra labor en Dermatología, más en concreto en la alopecia y en los trasplantes de pelo, ha sido un motivo de orgullo y de satisfacción tanto para mí como para el equipo que tengo el honor de dirigir. Un jurado compuesto por destacados profesionales y científicos de este país y una ceremonia en la que los premios fueron entregados por la Ministra de Sanidad y el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha supuesto un gran estímulo para seguir haciendo lo que nos apasiona y cada vez con la mayor eficacia para nuestros pacientes.
¿Cree importante la divulgación de su trabajo, transmitir a la sociedad la importancia de sus investigaciones en un tema de tanto impacto social como es el tratamiento sobre la calvicie?
Creo que es fundamental, los muchos pacientes que se ven afectados por este tipo de problemas necesitan tener información de primera mano, veraz, seria, información científica debidamente acreditada que les permita saber que para ese problema que tienen puede haber una solución. Las repercusiones psicológicas que provoca el problema, la ansiedad, el desánimo, la pérdida de confianza puede de alguna manera verse paliada sabiendo que tienen una solución y que puede haber una corrección parcial o total del problema.
¿A qué cree que se debe el auge de intervenciones para el tratamiento de la alopecia y el trasplante de pelo? ¿Se deben sobre todo al culto a la imagen, o hay otros factores médicos?. ¿Es la alopecia una enfermedad?.
El auge de los trasplantes de pelo forma parte de un sentir global de corrección de problemas estéticos o de lucha contra los fenómenos de envejecimiento en general. Creo que la popularización de los trasplantes obedece, en buena parte a que personajes famosos que han obtenido buenos resultados con estas técnicas lo han hecho público lo que ha permitido que mucha gente sea conocedora de que estas técnicas que han evolucionado enormemente logrando grandes éxitos con trasplantes no agresivos con resultados muy naturales y sin cicatrices visibles. El auge pues se debe a una mezcla de popularización, a la que han contribuido personajes públicos y medios de comunicación y a una importante mejora de la tecnología y de las técnicas que empleamos.
La alopecia es una enfermedad. Yo llevo dando clases en la Universidad Complutense y desde que tengo uso de razón docente, la alopecia se ha explicado en las clases de 5º de Dermatología, figura en todos los libros de textos, en las fuentes de conocimiento de las que nos nutrimos. La alopecia como muchas otras enfermedades tiene un tratamiento médico y quirúrgico. En ocasiones incluso hay que combinarlos, uno para detener el proceso o ralentizar su avance y, otro para repoblar aquellas áreas en las que ya se ha producido una calvicie. Teniendo en cuenta que el trasplante de pelo es una intervención quirúrgica no hay que banalizarla, como tal tiene que ser adecuadamente ejecutada, el paciente debe de ser preparado adecuadamente y ser adecuadamente seguido.
