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Autor
Ana Ramírez de Molina (IMDEA Alimentación)

La alimentación como base de nuestra salud: la explicación está en nuestros genes

El cáncer es una de las causas más frecuentes de muerte a nivel mundial. Según el informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es una enfermedad frecuente cuya incidencia va en aumento. Así, alrededor de 7.9 millones de muertes se debieron a esta patología en el año 2007, y se estima que este número continúe incrementándose hasta llegar a 12 millones de muertes en el año 2030.

Diversos grupos de investigadores han demostrado que una alteración metabólica es un evento esencial en el desarrollo de algunos tumores

Sin embargo, un gran número de evidencias demuestran que el cáncer puede reducirse mediante estrategias de prevención, detección precoz, o mediante la aplicación de tratamientos y hábitos de vida individualizados en pacientes con esta enfermedad. Se estima que más del 30% de los casos de cáncer se podrían prevenir modificando o evitando factores de riesgo claves tales como el tabaco, factores dietéticos, alcohol, obesidad o exposición a determinados carcinógenos medioambientales.

OBESIDAD Y CÁNCER COMPARTEN UN ORIGEN MOLECULAR COMÚN

Desde hace décadas se han venido observando alteraciones en el metabolismo lipídico en algunos tipos de cáncer. En los últimos años, diversos grupos de investigadores han demostrado que una alteración metabólica es un evento esencial en el desarrollo de algunos tumores.

Por un lado, se ha constatado un anormal aumento en los niveles de diversas enzimas metabólicas en pacientes con cáncer, tales como la colina quinasa (ChoK), o la sintasa de ácidos grasos (SAG), produciéndose una asociación entre este incremento y un peor pronóstico de los pacientes, más recidivas y, como consecuencia, una mayor mortalidad. Por otro lado, se ha demostrado que la inhibición farmacológica de las actividades de estas enzimas tiene un importante efecto antitumoral.


Inmunohistoquímica de un linfoma

Sin embargo, no sólo en el cáncer se encuentra alterado significativamente el metabolismo lipídico, sino que distintas evidencias muestran que esta alteración es clave en diversas enfermedades, lo que nos lleva a pensar que algunas patologías como enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y cáncer, pueden compartir un origen molecular común.

Algunas patologías como enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y cáncer, pueden compartir un origen molecular común

De hecho, se ha demostrado que la obesidad, conocido factor de riesgo en enfermedades cardiovasculares, constituye también un importante factor de riesgo en cáncer. Ya en un estudio publicado en New England Journal of Medicine en el 2002 se demostró que el exceso de peso es un factor que explica el 14% de las muertes femeninas y el 20% de las masculinas por cáncer en los EE.UU. De este estudio se desprende también que en hombres, el riesgo debido a la obesidad aumenta en cáncer de hígado, estómago, colon y próstata, mientras que en mujeres el riesgo es más alto en lo que respecta a cáncer de mama, de útero y ovarios. Aunque el mecanismo por el que se produce esta relación no ha sido aún demostrado, hay diversas posibles explicaciones que vinculan obesidad y cáncer, tales como alteraciones en el metabolismo, efectos hormonales, o incluso procesos mecánicos como por ejemplo la contribución de la obesidad abdominal con el reflujo esofágico y su relación con el carcinoma de esófago.

Otras evidencias que señalan un vínculo entre obesidad y cáncer se han encontrado en estudios inicialmente centrados en la obesidad. Por ejemplo, en los últimos años se ha trabajado en el desarrollo de un perfil genético que trata de determinar la predisposición de una persona a la obesidad mediante el análisis de los niveles de expresión de diferentes genes implicados en la regulación del sistema moderador del peso corporal, lo que engloba genes involucrados en la eficiencia energética, en el control del apetito y, por supuesto, en el metabolismo lipídico. Estudios posteriores han evidenciado que este mismo perfil genético se relaciona también con otras enfermedades como diabetes mellitus tipo 2, patología cardiovascular, problemas osteoarticulares y cáncer.

ALIMENTACIÓN Y CÁNCER

Algunos genes que pueden ser regulados por la dieta pueden jugar un papel fundamental en el inicio, incidencia, progresión y/o severidad de estas enfermedades crónicas

Aunque numerosas evidencias han fijado el enlace entre obesidad y cáncer, pocos estudios han analizado de forma concreta el efecto del control de la alimentación o la actividad física sobre el cáncer. Para algunos tipos de cáncer en los que se sabe que la obesidad es un importante factor de riesgo, como el cáncer de colon o de mama, se desconoce realmente a que se debe este riesgo, si a una alteración genética concreta en el metabolismo, a unos componentes concretos de la dieta, a falta de actividad física, o a una combinación de estos factores.

Se han determinado ejemplos concretos, como es el caso de la asociación del consumo de tomate con una menor incidencia del cáncer de próstata, efecto que se puede explicar por uno de los componentes presentes en el fruto, el licopeno, con fuertes propiedades antioxidantes.



Tinción de un enzima lipídico en el citoplasma celular

En este sentido y ya en 2002, la Agencia Internacional para Investigación sobre el Cáncer, International Agency for Research on Cancer (IARC), hizo importantes recomendaciones de estudios para el futuro en estos aspectos, como son estudios acerca del efecto de cambios en la dieta sobre el aumento de peso y el riesgo de padecer cáncer, o conducir estudios de intervención a largo plazo acerca del efecto de formas de actividad física (intensidad, frecuencia y duración de varios tipos de actividad física) en relación con el aumento de peso y el riesgo de cáncer. De hecho, el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos (NCI) está financiando diversos estudios en la actualidad para la investigación de la relación entre obesidad y cáncer, incluyendo cánceres de mama, ovario, endometrio, próstata, colorrectal y esófago.


También la Division de Epidemiología y Genética del Cáncer (DCEG) está conduciendo una serie de estudios epidemiológicos a gran escala sobre la influencia de la obesidad, alimentación e inactividad física sobre varios cánceres principales.

LA GENÉTICA NUTRICIONAL COMO HERRMIENTA DE FUTURO PARA LA PREVENCIÓN Y MEJORA DEL TRATAMIENTO DEL CÁNCER

La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha identificado diez factores de riesgo para las enfermedades que ocasionan mayor morbilidad en el mundo, y de estos diez factores, al menos cinco están relacionados con la alimentación y el ejercicio físico. Hay que tener en cuenta que se estima que en España, uno de cada dos adultos tiene sobrepeso y alrededor del 14% es obeso. Tanto el sobrepeso como la obesidad originan importantes problemas de salud, y evidencias recientes demuestran que algunos genes que pueden ser regulados por la dieta pueden jugar un papel fundamental en el inicio, incidencia, progresión y/o severidad de estas enfermedades crónicas.


Células derivadas de un tumor de colon en crecimiento exponencial

Sin embargo, la relación entre los alimentos que consumimos, como los procesamos, y el desarrollo de estas enfermedades es diferente entre distintos grupos de individuos. ¿Por qué unos comen gran cantidad de alimentos ricos grasa y azúcares y no engordan, mientras que otros desarrollan obesidad? ¿Por qué algunas personas desarrollan diabetes, otras arteriosclerosis y otras, sin embargo, van a desarrollar cáncer? La explicación está en nuestros genes. Más concretamente, en la interacción de nuestros genes con el ambiente, siendo los alimentos que consumimos durante toda nuestra vida uno de los factores ambientales más importantes en la modulación de nuestros genes como se desprende de la conocida frase "somos lo que comemos".


La Genómica Nutricional estudia la interacción entre los alimentos y nuestros genes, teniendo como objetivo la utilización de la dieta para prevenir y/o tratar enfermedades. Dentro de la Genómica Nutricional existen dos áreas diferentes: la Nutrigenética y la Nutrigenómica. La Nutrigenómica se basa en el estudio de la influencia de los nutrientes sobre nuestros genes. Paralelamente, la Nutrigenética estudia la influencia de las variaciones genéticas en la respuesta del organismo a ciertos nutrientes. Es decir, estudia el efecto de la variación genética en la interacción entre la dieta y la enfermedad.

Una alimentación basada en nuestro perfil genético es un prometedor medio para conservar la salud y prevenir o retrasar la aparición de algunas enfermedades

Hasta la fecha, probablemente los mayores avances realizados en esta área se han realizado en el estudio de enfermedades cardiovasculares, especialmente centradas en el efecto de las concentraciones plasmáticas de colesterol. También en cáncer se han identificado algunas interacciones gen-dieta muy relevantes, como es el caso del gen de la N-acetil-transferasa (NAT), que interviene en la detoxificación de carcinógenos, de manera que se ha descrito que el efecto protector de un mayor consumo de verduras podría deberse a una mayor activación de esta enzima.

La Genómica Nutricional es una ciencia nueva que se ha desarrollado gracias al descubrimiento del genoma humano. Es un área de investigación en rápido desarrollo con un gran potencial de aplicaciones con un impacto social importante. En la actualidad, gracias a la Genómica Nutricional se está trabajando en establecer mapas genéticos de distintas enfermedades. Su objetivo es elaborar recomendaciones sobre riesgos y beneficios de componentes dietéticos concretos para cada persona teniendo en cuenta sus genes, es decir, llegar a una nutrición "individualizada". Esta nueva herramienta ofrece la posibilidad de identificar grupos de alto riesgo para estas enfermedades y, lo que es más importante, conociendo la existencia de nuestro mapa genético, evitar o retrasar el desarrollo de dichas enfermedades mediante un plan alimentario individualizado. La alimentación es la base de nuestra salud. Una alimentación basada en nuestro perfil genético es un prometedor medio para conservar la salud y prevenir o retrasar la aparición de algunas enfermedades como es el caso de determinados tipos de cáncer.

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