10 Casos de éxito de empresas biotecnológicas españolas.

"Para lograr el éxito, mantenga un aspecto bronceado, viva en un edificio elegante, aunque sea en el sótano, déjese ver en los restaurantes de moda, aunque sólo se tome una copa, y si pide prestado, pida mucho". Si esta receta, que se atribuye a Aristóteles Onassis, funciona y es, como el magnate parece dar a entender, la única vía para el éxito en los negocios, es muy probable que César Ullastres (testigo privilegiado de la "década prodigiosa" de la biotecnología española, maestro de emprendedores, hábil cronista y persona muy querida y respetada por la gran familia de la biotecnología made in spain) se haya equivocado completamente al elegir los 10 casos de éxito de empresas biotecnológicas españolas.

El libro recientemente publicado por la Fundación Genoma España será con toda seguridad del último de los editados -aviso para coleccionistas- por esta entidad pública que nació en 2001 para apoyar al sector biotecnológico, antes de su desaparición definitiva a finales de año, víctima -una más- de medidas de austeridad que complican el presente de la innovación en España y amenazan peligrosamente el futuro de nuestra economía.

Este texto, con su exposición de 10 razones, en forma de empresa, para creer en la biotecnología española es un buen epitafio, si es que un epitafio puede ser bueno, para Genoma España, institución que durante la última década ha apoyado con múltiples herramientas (capital semilla, formación, financiación de proyectos...) a científicos y emprendedores en nuestro país y es también el mejor legado para las instituciones que, como ASEBIO, seguiremos trabajando para promover el sector biotecnológico español, a partir de enero, un poco más solos. Un sector que, en plena crisis sigue creando empleo (un 3,8 % más en el 2010, el año en que España perdió más de un millón de empleos) y creciendo en facturación, inversión y número de empresas.

Los empresarios de los que habla Ullastres en su libro no están especialmente bronceados, ni frecuentan, más que el resto, los locales de moda. ¿Han pedido prestado? Seguro que sí, pero lo justo y no en exceso como recomienda Onassis. Pocos bancos han confiado en ellos -por falta de expertos capaces de analizar sus negocios, y exceso de analistas incapaces de distinguir una empresa tecnológica "de garaje" al estilo californiano, de una plaza de garaje en Estepona-. Han logrado, eso sí, préstamos del sector público, pero cada euro recibido en créditos blandos, viene avalado por planes de negocio que han superado exigentes evaluaciones técnicas y financieras, del propio sector público y de inversores privados especializados.

Ullastres no ha elegido a este "Top Ten" (Biofrabri, Biomedal, Biópolis, Biotools, Gendiag, Ingenasa, Lipotec, NeuronBio, Oryzon, Progenika) siguiendo el ideal aristotélico para el éxito, sino basándose en criterios mucho más pragmáticos que él mismo describe en la introducción de su libro: Empresas que, al menos lleven cinco años operando , o lo que es lo mismo, que tengan ya una trayectoria y una historia que contar, porque, como el propio Ullastres nos recuerda citando a Donald Kendall "El único lugar donde el éxito se encuentra antes que el trabajo... es el diccionario" y, esto es sólo una suposición, seguro que no en todos los idiomas.

Las empresas seleccionadas en el libro comparten también una situación financiera saneada: en su gran mayoría ya están en beneficios y todas ellas contaban en el momento del estudio, que duró más de un año, con una perspectiva de cash flows futuros, fuertes y predecibles y una contrastada capacidad de endeudamiento (más o menos lo contrario de lo que sugiere Onassis).

Con estas premisas, se analizaron 27 casos de una lista inicial de 50 para llegar los 10 finalmente seleccionados. El resultado: Un selecto grupo de empresas, que son la mejor carta de presentación de la biotecnología española ante inversores, clientes, decidores políticos, y sociedad civil. Respecto a la agudeza de Ullastres para identificar el éxito, sólo aportaré un dato. El mismo día que el autor ultimaba la redacción del caso Lipotec, se anunciaba la adquisición de parte de este grupo biotecnológico catalán, fundado en 1987 por José María García Antón y Antonio Parente, por el multimillonario norteamericano Warren Buffet. Una operación cuyos números no se han revelado pero que, con toda probabilidad, sitúa a los emprendedores de Lipotec en una posición de éxito que ni el mismísimo Onassis pondría en duda.

www.gen-es.org/assets_db/publications/documents/document_14881392495.pdf