El astrofísico Eduardo Guerras Valera describe "una población de planetas huérfanos" más allá de la Vía Láctea.
El astrofísico Eduardo Guerras Valera, nacido en Melilla en 1972, recuerda cuando, de niño, se subía a la azotea de su edificio con su padre y un telescopio para ver las estrellas. Ahora, Guerras y su colega Xinyu Dai, ambos en la Universidad de Oklahoma (EE.UU.), anuncian el descubrimiento, por primera vez, de planetas fuera de nuestra galaxia.
De confirmarse, el avance sería un hito mundial. La comunidad científica conoce los ocho planetas que giran alrededor del Sol y ha verificado la presencia de otros 3.588 planetas fuera de nuestro sistema solar, pero siempre dentro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Nuestro barrio en el universo es un gigante de 100.000 millones de estrellas, pero es irrisorio en el contexto del cosmos. El universo observable tiene al menos dos billones (2.000.000.000.000) de galaxias como la Vía Láctea.
Guerras y Dai han dirigido su atención al lejano cuásar RXJ 1131-1231, un agujero negro supermasivo y brillante. Entre el cuásar y la Tierra, en la misma línea visual, se encuentra una galaxia, a 3.800 millones de años luz de nosotros, que curva la luz emitida por el cuásar. Los dos astrofísicos creen que el efecto observado solo es explicable por la existencia de "una población de planetas huérfanos interestelares, con masas que van desde la de la Luna a la de Júpiter". En su estudio, publicado en la prestigiosa revista The Astrophysical Journal Letters, calculan 2.000 planetas por cada estrella de la galaxia.
"Parece que la presencia de planetas pequeños, flotando sin estrella, puede explicar la variabilidad que se observa en el cuásar lejano, cuya luz es magnificada por una galaxia que está por en medio. Que explique la variabilidad no significa que sea el modelo correcto, pero sí parece plausible", opina el astrónomo Guillem Anglada, un profesor de la Universidad Queen Mary de Londres que no ha participado en este estudio. Anglada fue elegido por la revista Nature como uno de los 10 científicos de 2016, tras descubrir el planeta Próxima b, el mundo habitable más cercano a la Tierra fuera del sistema solar. A su juicio, entre asumir "una distribución de pequeños cuerpos en la visual" y "concluir que hay 2.000 planetas produciendo ese efecto hay un trecho".
Anglada recuerda que se conocen más casos de cuásares lejanos magnificados por galaxias intermedias, así que confía en que otros grupos confirmen los cálculos de los investigadores de la Universidad de Oklahoma. "A falta de que se reproduzca el resultado en otros objetos, yo lo consideraría un tema hipotético", reflexiona.
El astrofísico Ignasi Ribas, director del Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC), también es cauteloso con el nuevo anuncio. "No estoy de acuerdo en llamar a eso planetas. La definición de planeta es algo que orbita una estrella. Yo los llamaría objetos de masa planetaria, no planetas", puntualiza. "El estudio es riguroso, pero tengo mis dudas de que solo haya un mecanismo que explique el efecto observado".
Eduardo Guerras encaja las críticas -"así funciona la ciencia"-, pero defiende sus resultados: "Los otros candidatos de masa planetaria tendrían que ser cúmulos de materia oscura muy pequeños, pero esto es solo una especulación que requiere mecanismos de formación ad hoc y es muy forzado. La explicación más plausible es la de planetas interestelares".