Sus altas tasas metabólicas sugieren que eran endotermos como las aves actuales y permite desechar la hipótesis de que la ectotermia pudo estar detrás de su extinción
Los dinosaurios y los pterosaurios tenían tasas metabólicas altas, lo que sugiere que eran endotermos –capaces de autorregular su temperatura corporal–, según concluye una investigación internacional publicada en Nature, liderada por la Universidad de Yale y en la que participa la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
“Este trabajo demuestra que los dinosaurios eran endotermos reales, rechazando ideas anteriores como que tenían una condición intermedia –mesotermia– entre los ectotermos y los endotermos o que podían mantener su temperatura corporal constante gracias a los grandes tamaños corporales, puesto que hay dinosaurios pequeños con altas tasas metabólicas”, destaca Jasmina Wiemann, investigadora de la Universidad de Yale que lidera este trabajo.
En esta investigación se utiliza por primera vez un índice que permite evaluar directamente las capacidades metabólicas de los amniotas – mamíferos, aves, reptiles y grupos extintos como los dinosaurios o los pterosaurios–, tanto actuales como extintos, ya que utiliza marcadores metabólicos que se pueden encontrar fosilizados.
La producción de calor en endotermos se debe al metabolismo, que quema grasas y azúcares. En este proceso, se libera energía (calor) pero también otros productos.
“Algunas de las moléculas que se producen pueden fosilizar, y esto está abriendo un nuevo campo en la paleontología, en la que geoquímicos y geoquímicas como Jasmina pueden obtener información de los tejidos originales. En este caso, se miden las señales que dejan molecularmente las altas tasas de metabolismo”, explica la metodología Iris Menéndez, paleontóloga de la UCM y coautora del trabajo.
Filogenia de consenso calibrada en el tiempo de amniotas fósiles y modernos que muestra la evolución 393 de tasas metabólicas y estrategias térmicas.
Hipótesis de extinción desmontada
En la actualidad, se consideran endotermos los mamíferos y las aves, mientras que los reptiles no cuentan con esta capacidad de autorregular metabólicamente su temperatura.
Durante muchos años, la creencia de que los dinosaurios eran ectotermos se daba como explicación a su extinción al final del Cretácico, ya que no tenían capacidad de regular su temperatura corporal ante las fluctuaciones de temperatura de su entorno.
“Según los resultados de esta investigación, ser endotermo no es una ventaja ante extinciones masivas y habría que buscar otras causas ajenas al metabolismo que poseían, que era similar al de los mamíferos y aves que sí sobrevivieron”, añade Menéndez.
Además de la utilidad de este trabajo para conocer las posibles causas de la extinción o supervivencia de las especies, Menéndez apunta otra:
“Este estudio nos aporta conocimiento sobre cómo eran las especies extintas. A veces tenemos la idea de que quedan pocos descubrimientos por hacer, pero la realidad es que muchos trabajos de las últimas décadas siguen cambiando la perspectiva que se tenía de cómo eran algunas especies, ayudándonos a comprender mejor cómo era la vida en el pasado”.
Referencia bibliográfica:
Jasmina Wiemann, Iris Menéndez, Jason M. Crawford, Matteo Fabbri, Jacques A. Gauthier, Pincelli M. Hull, Mark A. Norell, and Derek E. G. Briggs. “Fossil biomolecules reveal an avian metabolism in the ancestral dinosaur”. Nature, 25 de mayo 2022. DOI: 10.1038/s41586-022-04770-6.