Un estudio confirma la presencia continuada de bosques de coníferas de montaña de los Pirineos hasta la costa hace entre 50.000 y 15.000 años, e indica que el pino rojo abundaba a su alrededor y fue usado como principal fuente de combustible por neandertales y sapiens.
Un equipo internacional de investigadores ha comprobado que la diversidad vegetal tiene un efecto positivo en la capacidad de los ecosistemas para proporcionar servicios a la humanidad de manera estable a lo largo del tiempo.
El agua era "un pilar fundamental" en la cultura y sociedad romanas, aunque ya se utilizaba en la península ibérica con funciones medicinales además de religiosas antes de la llegada de las legiones, ha explicado a Efe la decana de la Facultad de Geografía e Historia de la UNED, María Jesús Peréx Agorreta.